Danubio se despidió de la Copa Libertadores en segunda ronda dejando una buena imagen ante Atlético Mineiro en Brasil, donde fue apabullado en el primer tiempo y batalló en el segundo.
Lo muy bueno que había realizado el elenco franjeado en los 90 minutos del encuentro de ida se echó a perder en poco menos de media hora en la revancha, ya que a los 28' caía 3-0 y sin reacción.
A los 15' abrió el score Atlético Mineiro, que a esa altura ya había avisado. El ecuatoriano Cazares remató desde afuera del área, Cristóforo dio rebote y Luan marcó de cabeza sin nadie que lo molestara.
El conjunto de Marcelo Méndez intentó reaccionar desde la tenencia de la pelota, pero sin ser profundo. En medio de esa posesión inofensiva, dos pérdidas en campo rival le terminaron costando carísimo.
Un mal pase de Leandro Onetto derivó en un contragolpe letal de Ricardo Oliveira, que pasó entre os zagueros con facilidad y al plantarse frente a Cristóforo fue derribado en el área. El árbitro pitó penal y Oliveira lo capitalizó a los 26'.
Apenas dos minutos más tarde cayó el 3-0. Cazares habilitó desde su campo a Oliveira, que encaró a Cristóforo, lo eludió y remató al arco vacío para poner el trámite definitivamente cuesta arriba para los uruguayos.
Danubio descontó en el cierre del primer tiempo en lo que fue su primer remate franco. El lateral Patric levantó la suela peligrosamente ante la invasión de Onetto, el juez marcó penal y Grossmuller lo ejecutó con calidad.
Para el complemento el Mineiro le cedió la pelota al conjunto de Méndez, que volvió a reducir la desventaja a los 59' gracias a un imponente derechazo de Pablo Siles desde muy lejos. Era baile brasileño y pasó a ser susto.
Danubio se fue con todo arriba buscando abrir la cancha y metiendo pelotas en el área ante un rival que se dedicó a hacer tiempo y a contragolpear. Pudo haberlo liquidado en alguna de esas salidas rápidas el local, pero falló.
El cuadro franjeado peleó hasta el último minuto pero no generó situaciones claras en el tramo final, por lo que se despidió del campeonato lamentando la nefasta media hora inicial en Brasil.