Boca Juniors rescató un punto en su visita al Deportivo Cali por el grupo 3 de la Copa Libertadores, en un discretísimo partido que estuvo marcado por la pierna fuerte de los anfitriones y la complicidad del árbitro, Pericles Cortez, de muy floja actuación.
El comienzo del encuentro fue atípico por la rudeza empleada por el elenco colombiano, que en los primeros 15 minutos se dedicó a golpear con faltas que pasaron el límite de la mala intención.
La liviandad del árbitro Pericles Cortez con el manejo de las tarjetas resultó clave en el ‘plan ablande’ del equipo caleño, a tal punto que Lodeiro salió sentido a los 11’ por un rodillazo del zaguero Germán Mera que ni siquiera fue sancionado con amonestación.
Boca, como pudo, generó su única situación de gol a los 39’, cuando Bentancur buscó a Pablo Pérez y éste a Tévez, quien tras un recorte en el área definió desviado en posición inmejorable. Antes, el Apache fue amonestado por una dura falta que mereció valerle la expulsión.
La más clara de la primera mitad llegó a los 44’ tras una pérdida de balón de Andrés Cubas cerca del área xeneize que terminó en latigazo bajo de Harold Preciado en el caño. Fue lo único del Cali en la primera etapa, aunque en la segunda mejoró y mereció algo más.
Segundos antes del descanso, el juez le perdonó la segunda amarilla al volante paraguayo del Cali Miguel Godoy, quien por obvias razones no salió al segundo tiempo: su entrenador se dio cuenta que estaba a punto de ser expulsado y lo reemplazó.
Al juego brusco colombiano Gago respondió con dos caños lujosos pero poco efectivos. Boca siguió generando muy poco y la pasó mal en el segundo tiempo, ya que los locales jugaron más de lo que golpearon (aunque siguieron pegando) y crearon peligro sobre el arco de Orión.
El arquero de Boca contuvo a los 62’ un mano a mano con Rafael Borré, el más peligroso de los atacantes locales, y dos minutos después el propio Borré avisó con una mediavuelta apenas desviada.
Tras esa jugada, el trámite volvió a ser deslucido y somnífero, más allá de un par de llegadas xeneizes por derecha que no pudo definir Pablo Pérez y de una situación clara que falló Chávez en el área local
El reparto de puntos terminó siendo justo y dejó a los dos equipos como escoltas de Racing, que a primera hora abrió el telón del grupo 3 goleando a Bolívar de La Paz 4-1 en Avellaneda.
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