Por el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, Boca Juniors venció 2-0 a Atlético Paranaense en La Bombonera y avanzó a cuartos de final. Ramón Ábila y Eduardo Salvio marcaron los goles que cerraron la llave a favor del xeneize (3-0).

El equipo argentino dominó el encuentro de principio a fin, tanto el primer tiempo como el segundo. De hecho, en la primera mitad las ocasiones de gol fueron solo para el local.

Sin embargo, Boca Juniors no logró abrir el marcador a pesar de que la pelota estuvo a centímetros de ingresar en la red. Tal fue así en los primeros 10 minutos cuando Nahitan Nández, en su partido despedida del equipo bostero, quedó solo contra el arquero pero el remate rebotó en un rival y se perdió por encima del travesaño. El uruguayo también tuvo otra oportunidad cuando remató dentro del área pero el arquero tapó el disparo.

El complemento comenzó de la misma forma aunque con más participación del Atlético Paranaense. A pesar de que el dominio de la pelota por parte de los brasileños comenzó a ser mayor, fue Boca Juniors el que continuó siendo el dueño de las ocasiones de gol y a los 57' tendría la recompensa.

Tras un saque de arco de Andrada que cruzó la mitad de la cancha, Ramón Ábila recibió el balón cerca de la medialuna rival tras el pique y con un gran amague bajó el balón, lo adelantó y con la distracción le quitó la ventaja suficiente a su marcador como para poder acomodarse y realizar un fuerte remate que el arquero brasileño no pudo detener.

El siguiente hecho destacado ocurrió recién a los 74' y no fue un gol sino una variante en el equipo xeneize. Fue la sustitución de Nahitan Nández quien, al grito de "u-ru-gua-yo, u-ru-gua-yo", se retiró del campo de juego ovacionado por todo el estadio.

Boca Juniors continuó siendo el dominador del encuentro hasta el final ante un Atlético Paranaense cuyo gol de Ábila lo abrumó, impidiéndole reaccionar y evitar la eliminación. Para colmo, en el último minuto de adición (90+5'), Eduardo Salvio recibió en el borde del área y el volante se adelantó, enganchó y definió al primer palo, colándose la pelota por debajo del arquero rival para poner el 2-0 final.