Almada sigue haciendo historia en el equipo más popular de Guayaquil, que tras el 1-1 como local en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores dio otro batacazo y eliminó al Santos con triunfo 1-0. Otra vez celebró en Brasil, como lo había hecho frente a Palmeiras por penales.

Obligado a anotar por el resultado de la ida, el elenco ecuatoriano salió a buscar el anhelado gol de visitante desde el inicio y tuvo un par de avisos en la primera parte. Remates de los argentinos Damián Díaz y Oyola llevaron peligro al arco defendido por Vanderlei.

Del otro lado apenas hubo una jugada clara en toda la primera etapa, que fue un cabezazo del defensor David Braz en el travesaño. Luego generó muy poco el Santos, que se vio desbordado por los costados y terminó pagando caro el hecho de especular con el 0-0.

Barcelona buscó abrir la cancha con la velocidad de José Ayoví, que en su primera intervención creó peligro, y a los 68’ llegó el merecido gol. Erick Castillo metió un centro perfecto y el uruguayo Jonatan Álvez se zambulló en palomita para sellar el triunfo.

El delantero riverense se quitó la camiseta y fue amonestado, y dos minutos después vio la roja por un brazo extendido sobre Alison. Fue polémica la decisión del árbitro peruano Víctor Carrillo, ya que no pareció existir intención de golpear de Álvez y el contacto fue mínimo. El brasileño exageró y el juez compró.

Barcelona se replegó y Santos fue con todo arriba, sin ideas pero tirándole a su rival el peso de la camiseta. La impotencia le fue ganando al cuadro peixe, como se vio a los 89’, cuando Bruno Henrique escupió en el rostro a Damián Díaz. El ex River Plate y Nacional Gabriel Marques reaccionó y el árbitro expulso a Bruno Henrique y a Marques.

Con nueve jugadores en el campo contra 10 de su rival aguantó el cuadro dirigido por Almada, que se metió entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores después de 19 años y se medirá en semifinales con el Gremio, que venció al Botafogo 1-0 de local tras igualar 0-0 en la ida.

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