Atlético Tucumán cumplió su cometido y se quedó con el segundo puesto del grupo C de la Copa Libertadores, por lo que clasificó a octavos de final y mandó a Peñarol a jugar la Sudamericana.
Desde el inicio se plantó atrás el cuadro de Ricardo Zielinski, que en ningún momento pensó en atacar al ya clasificado Libertad. La iniciativa, casi por inercia, fue siempre de los paraguayos.
Le costó mucho ser profundo al dueño de casa, que monopolizó la pelota pero sin profundidad. Recién pasada la media hora fue exigido el arquero visitante Alejandro Sánchez, que ahogó un mano a mano. Suele ser suplente, pero jugó desde el inicio por la lesión de Augusto Batalla.
A los 39’ fue expulsado el meta tucumano por bajar a Antonio Bareiro fuera del área cuando se iba expreso al gol. De esa falta se generó un tiro libre que ejecutó Santiago Salcedo y dio en el caño.
Con el habitual tercer arquero Franco Pizzicanella ofreciendo poca seguridad, bancó igual el decano del interior argentino. Libertad, que se fue diluyendo con el correr de los minutos, merodeó el área rival durante todo el segundo tiempo pero sin jugadas demasiado peligrosas.
Los centros al área y los remates débiles a distancia fueron una constante. Libertad no encontró la manera de torcer un resultado que tampoco le afecta y Tucumán lo defendió con uñas y dientes hasta el último segundo con el uruguayo Rafael García como bastión.