El partido comenzó con Atlético Nacional dispuesto a marcar diferencia en su casa e impulsado por su gente.

Al minuto, Borja tuvo una clarísima para abrir el tanteador cuando lanzado en velocidad recibió y quedó de frente a Azcona, pero el colombiano se precipitó al definir y su remate se fue por encima del travesaño.

A los 3' Bocanegra con disparo de media distancia anunció definitivamente que el gol estaba próximo a concretarse y no demoró ya que cinco minutos después fue una realidad.

Tras jugada de pelota quieta que terminó con el balón en el parante, Borja recepcionó y con potente remate infló la red del equipo ecuatoriano que se veía superado en la cancha.

Los locales dominaban a placer las acciones, con mucho criterio tocaban y buscaban en velocidad a Borja y Berrío para tratar de conseguir el segundo y conseguir la diferencia definitiva.

Entre los delanteros y Torres tuvieron posibilidades claras de anotar, pero allí fue cuando Azcona se hizo notar manteniendo vivas las chances de los ecuatorianos, tapando toda posibilidad de que su valla vuelva a ser vulnerada.

La más clara del equipo de Repetto llegó sobre los 35' cuando un estupendo pase picado de Sornoza, encontró lanzado a Angulo que remató violentamente pero desviado.

En el complemento, el entrenador uruguayo optó por la entrada de Uchuari al equipo buscando mayor poder ofensivo y de arranque tuvo la suya en una acción en el área en la que fue derribado, pidiendo los ecuatorianos penal, que Pitana desestimó.

El partido de allí en más se transformó en las ganas de los ecuatorianos de empatar, no pudiendo desequilibrar la última zona de los colombianos y los locales que no podían liquidarlo tras errar situaciones claras y muy favorables.

Los minutos pasaban y la necesidad de los de Repetto iba en aumento, lo que hacía que los espacios en defensa fueran amplios y los albiverdes de contragolpe se acercaban peligrosamente al segundo.

En los últimos diez, los de Rueda se dedicaron a defenderse con el balón en los pies, haciendo rotar la misma de una banda hacia la otra y preparando el merecido festejo.

El pitazo de Pitana decretando el final desató el festejo de todo el Atanasio Girardot, consagrando a Atlético Nacional de Medellín campeón de la Copa Libertadores de América, un galardón justificado, porque sin dudas fue el mejor equipo del certamen.

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