Cuatro jugadores de Rosario Central hablaron en zona mixta tras la derrota 2-1 a manos de Peñarol en el estadio Campeón del Siglo, resultado que determinó la eliminación del equipo de la Copa Libertadores.

“Queríamos ganar y lo teníamos ahí, pero Peñarol es un justo ganador. A lo último nos hicieron el gol en esa jugada muy cerca del final y se terminó el partido. Estamos muy tristes y con bronca”, lamentó el mediocampista Ignacio Malcorra, quien afirmó que “estaba bien” físicamente al momento de ser sustituido en el minuto 80.

El arquero Jorge Broun se mostró “orgulloso del equipo” y cree que “fue un poco injusto el resultado por el trámite”. “Ellos aprovecharon la jerarquía de uno o dos jugadores que marcaron la diferencia, como [Leonardo] Fernández, que hizo los goles. Jugamos muy bien, fuimos de menor a mayor y por buena parte del partido fuimos superiores”, afirmó.

“Me sorprendió el estado del campo de juego”

“Me sorprendió la pasividad de Peñarol de esperar bastante y respetarnos. Es algo que ganamos nosotros. Y también me sorprendió mucho el estado del campo de juego, que no estaba en las mejores condiciones. No digo que haya influido en el resultado, pero se jugó de otra manera, y no como pretendíamos”, lamentó sobre el césped del Campeón del Siglo.

También se quejó del arbitraje del chileno Piero Maza y de que “desaparecieron las pelotas” cuando los carboneros optaron por hacer tiempo. “Se lo marqué al árbitro ni bien terminó el primer tiempo, sabiendo cómo podían llegar a actuar ellos. Escondieron las pelotas y el arquero hizo todo el tiempo lo que quiso, pero no pasó de una advertencia”, lamentó.

“Se hizo muy trabado y así es muy difícil jugar, pero es entendible también. Nos respetaron bastante, sobre todo en el segundo tiempo, y tal vez merecimos un poco más, pero el fútbol no es merecimiento, sino resultado”, afirmó el guardameta.

La “bronca y dolor” de Mallo y Quintana, quien también criticó al juez

El uruguayo Facundo Mallo se fue con “bronca y dolor porque era una oportunidad muy linda” para su equipo, y se refirió al penal que pidieron sus compañeros y entrenador por una presunta falta que le cometió Washington Aguerre en el primer tiempo. “No la vi. Sí sentí un golpe claro, no sé de quién”, expresó.

Consultado por la tarea del juez y su permisividad, dijo que le “gustan los árbitros que dejan jugar” y prefirió no enfocarse en los pitazos. “Fue un típico partido de Copa Libertadores, duro, como sabíamos que iba a ser. Se planteó como lo habíamos pensado”, señaló.

Carlos Quintana, compañero de zaga del uruguayo, también se fue con “bronca y dolor”. “Bronca porque sentíamos que lo podíamos haber ganado y dolor por quedar afuera. Hemos hecho buenos partidos en esta copa ante rivales que están más acostumbrados a jugarla”, expresó el defensor de 36 años, autor del gol ante los carboneros en el partido de ida.

“Hoy se hizo un buen partido y en el segundo tiempo mejoramos, crecimos con pelota, generamos situaciones de gol y logramos el empate. Lo podíamos haber ganado, pero hay cosas para corregir y trabajaremos para mejorar. Ellos sintieron el golpe del 1-1 y nosotros crecimos, pero tienen jugadores que son determinantes y en el mínimo detalle te marcan la diferencia. Fueron dos jugadas y dos goles”, opinó.

“Nosotros propusimos y a medida que pasaron los minutos arriesgamos más, siempre con el afán de conseguir el triunfo. Estuvimos cerca y a la altura, y tuvimos más chances de ganarlo que ellos”, analizó Quintana, quien también se refirió al “flojo arbitraje de Maza, pero no solo en este partido, sino en el anterior” que le dirigió a Central, ante Atlético Mineiro en Rosario.

“No es excusa, pero cortó muchísimas jugadas nuestras, y hubo jugadas claves que ni siquiera no fue a ver. No esperábamos mucho más del arbitraje. Simplemente nos enfocábamos en nosotros para sobreponernos a varias cosas y ganar, pero no pudimos”, concluyó.