Leandro Cabrera habló de su experiencia con el COVID-19 y asegura que ya está recuperado

Leandro Cabrera fue el primer deportista uruguayo contagiado de coronavirus. El 17 de marzo se hizo público su nombre, un día después de que se informara por parte del Espanyol de Barcelona que seis de sus futbolistas contrajeron el COVID-19.

“Ahora mismo estoy perfecto. La enfermedad me duró cuatro días. Tuve dolor de cabeza y fiebre. De un día para el otro me empecé a sentir mal, estuve cuatro días en la cama y al quinto me desperté bien. Soy una persona que no se engripa nunca y no sabía cómo era el tema”, contó al programa 100% Deporte, de Sport 890.

“Habíamos estado concentrados tres días para jugar contra el Alavés y ya había algún compañero que estaba tosiendo. Justo se decidió que se suspendía La Liga temporalmente y al otro día, cuando volví a casa, me empecé a sentir con fiebre. Enseguida pensé ‘lo tengo’, y avisé al doctor. Me hicieron las pruebas y di positivo”, explicó el ex Defensor Sporting.

"Para lo que está viviendo España somos unos privilegiados"

“De los casos que hubo en el equipo, soy de los que pasó más suave. Ninguno de los infectados teníamos patologías, por lo que pasamos dentro de lo normal. Algún compañero tuvo tos seca y dolor de garganta. Lo mío fue dolor de cabeza y fiebre, sin nada respiratorio. Ya estamos todos bien y para lo que está viviendo España somos unos privilegiados”, valoró el zaguero.

“Cumplí la cuarentena y hace ya como dos semanas que puedo salir a la calle a hacer lo que nos dejan, que es ir al supermercado y sacar a los perros. A los afectados nos hicieron unas pruebas del corazón para ver si había alguna secuela pero está todo perfecto”, señaló el Lele, quien dijo no haber temido por el COVID-19 cuando comenzó a hablarse de la enfermedad.

“Al principio, cuando no se sabía bien el tema del virus, no estaba asustado. Se decía que era una simple gripe y más nada. Al final pasó el tiempo y me doy cuenta que acá en España no se ha gestionado del todo bien, y que para los pacientes de riesgo es grave. Acá dicen que llevan 21.000 muertos pero se estima que hay muchos más porque hubo gente que falleció sin que se le pudieran realizar pruebas”, expresó

Esa dificultad para realizar los test hizo que su novia no pudiera acceder a uno de esos exámenes, pero ambos están seguros de que estuvo contagiada. “Estamos seguros de que lo tuvo porque mostró algunos síntomas durante varios días, pero no hubo posibilidad de hacerle la prueba. A mí me la hicieron porque el Espanyol había reservado varios test para los jugadores. Seguramente hay muchas personas que pasaron la enfermedad pero no se las puede testear. Acá no se puede hacerle los test ni a los enfermeros porque no hay”, concluyó.