Mauricio Larriera brindó una extensa entrevista al programa Fuera de juego, de Radio 1010, en la que reconoció que desde su salida de Peñarol solo vio el partido de Copa Uruguay ante La Luz, y que antes y después viajó con su esposa para tomarse vacaciones, desde Piriápolis a Playa del Carmen.
Recordó que con Alfredo Arias, entrenador mirasol, tuvo “unas lindas batallas tácticas” cuando dirigía a Wanderers y él a Racing y a Defensor Sporting. “Me gustaban mucho los equipos de Alfredo”, afirmó, y cree que “hay muchos puntos de encuentro” con su estilo. “Modestamente, creo que en su llegada tenemos algo que ver en cuanto al cambio de paradigma que hicimos en Peñarol”, contó.
“Sabía que no íbamos a andar bien desde la Supercopa”
De su salida del conjunto aurinegro el año pasado, marcó su responsabilidad y se refirió a la sangría de jugadores que sufrió el plantel. “No me desmantelaron, nos desmantelamos. Cometimos errores todos y yo estoy en primer lugar porque le erré en varias decisiones”, admitió.
“Firmé la renovación con gusto pese a tener otras opciones, y para mí era soñado dirigir a Peñarol en la Libertadores después de haber dado vuelta todo en 2021”, comentó, y dijo no estar de acuerdo con la idea de “salir campeón e irse de un club dejando las puertas abiertas”, porque a él lo “llamaron para un proceso” y si se iba “era casi una traición a todo Peñarol”.
Sobre el flojo 2022 que tuvo el equipo, dijo saberlo desde el 30 de enero, cuando le ganó a Plaza Colonia 1-0. “Sabía que no íbamos a andar bien desde el día que ganamos la Supercopa. La vi venir toda porque no nos vestimos ni nos preparamos para la Copa Libertadores ni para el Campeonato Uruguayo. No armamos un plantel como el que yo quería armar”, señaló.
“Con el equipo de 2021 no sé si no peleábamos la Libertadores”
“No todos fueron errores de Ruglio, ni de los jugadores ni de Pablo Bengoechea ni míos”, aclaró, y dentro de la difícil preparación mencionó al pasar que “Peñarol no tiene la infraestructura para la jerarquía y el prestigio que tiene”, más allá de ahora estar “contento” por las obras que está haciendo el club.
“Fue muy difícil construir un equipo, encima con la vara alta que había quedado. Si nos quedábamos con el equipo de 2021 no sé si no peleábamos la Libertadores. Teníamos que mejorar un par de cositas. Yo había pedido jugadores en un par de puestos para tener dos por posición y muy parejos”, dijo.
“Hubo errores forzados y no forzados. Me quejaba de que estábamos jugando cada tres días con un montón de casos de covid y no nos pudimos preparar. ¡No nos preparamos! Y yo, que soy fastidioso y autoritario con algunas cosas, ya me la vi venir ese día contra Plaza Colonia y le dije a un dirigente: ‘Estamos mal’. Y la gente cantando que de la mano de don Mauricio. No nos convirtieron goles, pero el equipo estaba lejos de ser lo que pretendíamos”, concluyó.