Este jueves, en la ciudad paraguaya de Luque, se realizó el 78º Congreso Ordinario de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), en el que participó el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y que estuvo enmarcado el Mundial de 2030 que se realizará en Uruguay, Argentina, Paraguay, España, Portugal y Marruecos.
Previo al inicio, Alejandro Domínguez, mandatario de la Conmebol, citó Lacalle Pou, Santiago Peña, presidente de Paraguay, y Gianni Infantino, mandamás de la FIFA, a la mesa en la que se firmó el acuerdo para disputar la primera Copa América en 1916 y enseñó el acta original que se firmó para la Copa del Mundo de 1930. Allí, Lacalle Pou, Peña, Infantino y Domínguez firmaron la primera acta del Mundial 2030 y se tomaron la foto oficial junto a todos los miembros del Congreso.
Luis Lacalle Pou fue el encargado de abrir la ceremonia con su discurso, el cual hizo con una pelota que estaba en su mesa: “Estoy seguro que si en Uruguay hacen una encuesta y preguntan el origen de la AUF, la gran mayoría va a decir que es un organismo público porque está tan inserto en el ambiente del fútbol que la gente cree que el gobierno la regula”.
“Ahora, como el fútbol excede la pelota, los jugadores, los hinchas y los dirigentes, en esta fiesta que se convirtió el Mundial, es una obligación, no legal, sino moral, ayudar, colaborar y emprender en lo que se pueda. Por eso estamos acá”, destacó el presidente de la República.
“Más temprano teníamos una reunión con el presidente de FIFA, el de Conmebol y con el de Paraguay, nos retrotrajimos a 1930, ¿qué pensarían los que fueron a buscar el Mundial? No creo que estuvieran pensando que 100 años después estaríamos acá. Simplemente la pasión y la decisión los llevó en ese momento a hacer todo para que Uruguay lograra el Mundial”, contó.
“Le decía a Gianni, ‘pensá en 100 años, cuando abran esta acta, y se encuentren con que en el Mundial de Rusia se gastó un dineral, el posterior [Catar 2022] ni qué hablar, ¿por qué en 2030 lo organizó, entre otros, Argentina, Paraguay y Uruguay? No fue por temas económicos. Pero como en todo, las raíces, que no se ven, siempre son importantes. Si no hay raíces, no hay ramas y no hay frutos. Esta actitud de unión de la FIFA apela a seguir cimentando las raíces. Dentro de 100 años, alguien va a decir ‘estos locos, que cambiaron la pisada y que no se basaron simplemente en la inversión económica, sino que se basaron de nuevo en la razón de existir de esta pelota’. Si uno es dirigente de fútbol o de gobierno, lo que debe hacer es representar la voluntad de los representados”, cerró.