El Defensor Sporting Club anunció el pasado jueves que la Junta Departamental de Montevideo aprobó la renovación de la concesión para el plan de obras y reformar edilicias en la sede de 21 de Setiembre, por lo que será posible convertir su antigua cancha abierta en un moderno gimnasio que albergará sus partidos de básquetbol.

“Me emociona porque es un tema que tiene 20 años. Son muchas horas de trabajo y hubo mucha gente del club involucrada en esto. Creamos un grupo que hizo de este un tema de estado en el Defensor Sporting Club, más allá de quién estuviera gobernando. Si no lo hacíamos un buque insignia nos íbamos a quedar en la mitad del camino”, explicó José Bonanata, presidente de la Comisión de Básquetbol, al programa Básquetbol de Primera, de Radio El Espectador.

“El tema tenía que ir a la Junta y el lunes me confirmaron que estaba en el orden del día. El jueves cuando nos enteramos que fue aprobado por unanimidad fue una alegría inmensa. Va a marcar al club y no tiene precio. Es un día histórico para el club y ahora hay que ponerse a trabajar para conseguir el dinero”, reveló.

La obra consiste en “un gimnasio cerrado para 1.200 personas que usará el básquetbol para entrenar y jugar”. “La tribuna principal y la piscina cerrada que hay debajo, quedarán. La otra tribuna será retráctil. Habrá vestuarios subterráneos, dos gimnasios más chicos y una sala de aparatos bastante grande. La idea es que durante el día sea un refuerzo para la actividad social”, agregó Bonanata.

La obra requerirá de “una inversión de entre 1.000.000 y 1.500.000 dólares”, por lo que “hay que ser muy creativos”. “Habrá que hacer alguna campaña de socios especial y desde ya estamos pensando en salir a juntar guita”, añadió.

“Intentando ser realistas, porque el tema de la pandemia también complica, creo que para la Liga del año que viene no va a estar, pero tal vez para 2022 sí”, vaticinó Bonanata, quien destacó que “este es un tema que excede largamente al básquetbol”.

“Hubo no sé cuántos proyectos, pero hace 20 años estamos haciendo proyectos y nunca se nos daba. Que ahora se demore dos meses más o dos meses menos es todo fiesta. Hace 20 años sólo recibíamos un ‘no’. De acá en más es todo disfrutable”, concluyó.