Tras las declaraciones de Pablo Ferrari sobre los motivos que llevaron a bajar su candidatura a la presidencia de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) envió un comunicado explicando por qué no le otorgó el certificado de idoneidad.
Desde la subcomisión de control del ente rector del fútbol sudamericano se aclaró que “el no otorgamiento del certificado de idoneidad responde estrictamente a la condición de subsecretario de Deporte del Uruguay”, un órgano “del cual es jerarca” y que “tiene directa jurisdicción sobre la AUF, sus miembros y sus afiliados”.
“Por lo tanto, pudiera verificarse un conflicto de interés violentando el principio de no injerencia política e independencia conforme a las disposiciones de FIFA y Conmebol”, añade el comunicado.
La misiva cita la Ley n° 19.828 y sostiene que, por esta, “la Secretaría Nacional de Deportes cuenta con competencias para ejercer de policía administrativa sobre las entidades deportivas y, a tales efectos, podrá fiscalizar e incluso imponer sanciones”. No obstante, se derogó hace un par de años y esa función hoy la cumple el Ministerio de Educación y Cultura.
“Ningún aspirante a dirigir una asociación miembro puede ser habilitado en esas condiciones”, añade la Conmebol sobre Ferrari y su “condición de funcionario público en una institución que tiene directa jurisdicción sobre la AUF”, y le recuerda que la presente no habilitación “no impide que pueda continuar adelante con su candidatura, aunque necesariamente deba renunciar a ejercer su actual cargo de manera previa a la elección”.