Aldana Sabatel es una instructora de yoga que en la década pasada supo ser una gran promesa del atletismo uruguayo. En 2013 se coronó campeona sudamericana de Crouss Country a nivel sub-17 en Concordia y en 2014 se colgó la medalla de plata como sub-20 en Asunción del Paraguay.
Hoy, con 26 años, está retirada del deporte. En 2021 tomó la decisión de abandonar el alto rendimiento y esta semana denunció a través de su cuenta de Instagram haber sido víctima de abusos de parte de quien fue su entrenador entre los 13 y los 18 años. Si bien no lo nombró, optó por visibilizar la situación motivada por una movida generada en redes sociales con el hashtag #NoEsYoyaEsAbuso.
En su posteo, Sabatel habla de mucho más que un abuso. Se refiere a la confianza que se establece entre entrenador y atleta, y reveló que se calló “por ser menor y no darse cuenta de lo que se trataba”. “Por no haberme perdonado el tolerar todo lo que pasó sin conciencia del daño”, añadió. “Nunca lo sentí con rencor pero sí ahora que se visibiliza quiero aportar para sobre todo no vuelva a pasar”, dijo.
Desequilibrios varios: desde su vida social a la alimentación
Dio detalles de cómo su vínculo con el entrenador la llevó a una exigencia desmedida. Desde que “no podía salir de noche, lo que era obvio por el descanso”, a verse privada de ir al shopping con amigos. “Se dieron muchos conflictos en los que al parecer yo estaba mal, aún al seguir yo todo al pie de la letra como sumisa. Todo lo que hacia fuera del entrenamiento y relaciones ya estaba mal, al punto que ya no podía hablar con varones y agachaba la cabeza”, lamentó.
“La fuerza no me estaba dando para cumplir entrenamientos. Sentía que no me daba pero él insistía, se enojaba. El trasfondo era que estaba comiendo muy mal, ya ni consumía el aceite por ser la ‘grasa’ mala para mí y no faltaban los comentarios de que estaba pasada de peso, cuando en realidad era un palo vestido como se dice. La distorsión que me creó de mi imagen no tienen ni idea, mucho he tenido que trabajar sobre esto”, reconoció.
“En otra instancia no podía dormir, dormía pero me levantaba cansada, tenía pesadillas que me moría, los ritmos básicos de los entrenamientos no salían. Resulta que si estaba sobre entrenada mi cuerpo no daba más y enojo por supuesto de él de por medio me tomé el descanso que merecía después de un año y medio sin parar”, recordó.
“En un antidoping de una carrera me dio demasiado alta la testosterona, lo que descubrí después tremendo desequilibrio hormonal por estar 3 años sin menstruar, con 7 % de grasa para una mujer (bajísimo) pero que parecía ser ‘normal’ para una atleta de alto rendimiento. Y lo más incómodo masajes de por medio me tocaba para excitarme supuestamente para que no me doliera el masaje fuerte que me hacía”, detalló.
“Me llevó a odiar el deporte”
“Conseguí varios reconocimientos, sí, ¿pero a qué costo? Esto es todo el detrás que no se ve, todo lo oscuro debajo de la alfombra”, reflexionó en su posteo, reconociendo que de a poco fue dejando todo y sintiéndose “totalmente perdida”. “Me llevó a odiar el deporte, a rechazar cualquier tipo de esfuerzo y a no poder sostener lo que me propongo en la vida”, reconoció.
Antes de este posteo, explicó en publicaciones anteriores los motivos por los que se alejó del atletismo. En aquellas ocasiones, si bien no mencionó los abusos, sí habló de “lo difícil que es sostener si hay otros aspectos que te desenfocan”. “Mi foco hoy en día es cierta estabilidad que me permita estar tranquila, temas internos que resolver y mucho por aprender”, escribió hace nueve meses.
“Se que me hacen referencia del talento que tengo pero un atleta requiere más que eso que creo en este momento no lo tengo. También siento que soy mucho más que las metas que obtengo como atleta, sin creerme más que nadie siento que tengo algo más que aportar y contribuir a los demás”, expresó en aquella oportunidad, meses después de haber dejado el deporte.
Aldana Sabatel y sus posteos hace algunos meses refiriéndose a su salida del deporte de alto rendimiento, aún sin hablar de los abusos.