El partido entre Peñarol y Boston River el en Parque Viera fue suspendido por el árbitro Leodán González a los 86 minutos por incidentes en la tribuna que ocupaba la Barra Ámsterdam, la barrabrava del equipo aurinegro.
En ese momento, cayó una piedra al área defendida por el arquero rojiverde Santiago Silva, lo que llevó a la suspensión. Sin embargo, antes del penal del segundo gol, el juez del encuentro consultó a la seguridad si estaban dadas las garantías dadas para continuar.
A eso se le suma que, en el entretiempo, el ambiente ya estaba enrarecido, producto de la molestia de los hinchas mirasoles con sus jugadores. Esto, incluso, siguió después del término del partido.
Según informó Radio Oriental 770, barras de Peñarol comenzaron a lanzar fuegos artificiales en las afueras del recinto y tiraron piedras al ómnibus de su equipo, que ya tenía jugadores dentro. Pero, además, increparon fuertemente a referentes como Walter Gargano y Matías Aguirregaray.
Debido a esa situación, tuvo que intervenir la Guardia Republicana para que el ómnibus de Peñarol pudiera salir y dirigirse a Los Aromos, donde se quedarán todos juntos, según informó Radio Sport 890.
Esto se suma a la multa de 100 unidades reajustables que recibió el club este miércoles por las bengalas y la bandera de Nacional que se vieron en la Tribuna Cataldi en el encuentro frente a Plaza Colonia.
Las tres últimas fechas no se pueden disputar con un pico o partido pendiente, por lo que se debe llamar a un Consejo de Liga para determinar lo que sucede, ya que, según informó Radio Oriental 770, el árbitro estampó en el formulario que fue suspendido, no concluido.
No obstante, la última fecha se jugaría; la que sí puede correr peligro es la última, dado que el Tribunal de Disciplina tomará contacto con el caso recién el próximo lunes y puede tomarse una semana para fallar. Si bien el encuentro se le daría por ganado a Boston River, hay una posible sanción pendiente para los carboneros, que tendría que conocerse antes de la disputa de la última etapa.