Los participantes serían los que hasta ese momento habían conseguido alguna Copa del Mundo. Los paises eran: Uruguay, Argentina, Brasil, italia, Alemania e Inglaterra, pero los ingleses resolvieron no participar y por ende se invitó a Holanda que venía de ser dos veces vice campeona (Alemania 1974 y Argentina 1978).
El sorteo por las series dio el resultado que por el Grupo A se debían medir Uruguay, Italia y Holanda. Mientras que por el Grupo B los enfrentamiento serían entre Argentina, Brasil y Alemania.
El certamen dio comienzo el 30 de diciembre. Día nublado pero con un Estadio Centenario remodelado donde 65.000 espectadores vieron en lo previo la Ceremonia Inaugural y posteriormente la victoria de Uruguay 2 a 0 ante Holanda. Goles de Venancio Ramos y Waldemar Victorino, ambos en el primer tiempo sellaron de forma tempranera el partido a favor de los dirigidos por Roque Gastón Maspoli.
Luego del parate por fin de año, en Año Nuevo tuvo el triunfo de Argentina sobre Alemania por 2 a 1: un auto gol de Kaltz y otro de Ramón Díaz fueron los que dieron vuelta el encuentro, ya que Hrubesch había puesto en ventaja a los teutones.
En el conjunto albicelste había debutado de forma oficial en la mayor, el astro Diego Armando Maradona.
El segundo partido de la Serie A indicaba que Uruguay se debía enfrentar a Italia. Fue victoria local por 2 a 0: Julio César Morales de tiro penal y nuevamente Waldemar Victorino fueron quienes cerraron la victoria celeste en un partido por demás complicado que se definió en la última parte del mismo. De esta manera Uruguay se clasificaba para la final del certamen.
La segunda fecha del Grupo B marcaba que Argentina ante Brasil se tendríán que ver las caras. El clásico sudamericano y mundial tenía una nueva edición en Montevideo. A los 30 minutos Diego Armando Maradona abría el marcador, mientras que recién comenzada la segunda parte, Evdevaldo igualaba las acciones para Brasil. El partido terminó en tablas, lo que dejaba así la serie abierta a la espera del último partido.
El Día de Reyes, italianos y holandeses debían jugar por el Grupo A, a razón de las dos victorias uruguayas y su pronta clasificación a la final, llevó a que este encuentro sea como se dice "por cumplir con el calendario". Terminó en empate a 1, los goles los hicieron Ancelotti para Italia y Peters para Holanda.
El 7 de Enero se echaba la suerte del Grupo B: Brasil y Alemania se tenían que ver las caras. Los alemanes estaban eliminados, Brasil dependía de si mismo, y Argentina a la espera del resultado, esperaba para ver si jugaría la final.
En un primer tiempo que no se superaron, en la segunda parte comenzó la "lluvia de goles". Allofs abrió el marcador para Alemania, todo indicaba que la final sería con el clásico del "Rio de la Plata", pero Brasil reaccionó, y de qué manera, Junior, Toninho Cerezo, Serginho y Sergio fueron los autores de la goleada por 4 a 1 y la clasifiación.
Llegamos al 10 de enero, fecha estipulada para la final. Uruguay y Brasil se volvían a ver las caras para definir una Copa, en esta oportunidad la de Campeón de Campeones, aunque ya habían pasado 30 años del "Maracanazo", estaba más vivo que nunca, muchos lo hacían como una revancha de aquel 16 de julio.
Uruguay saltó al campo de juego con, Rodolfo Rodríguez, Víctor Diogo, Walter Olivera, Hugo De León, Daniel Martínez, Ariel Krasouski, Eduardo De La Peña, Ruben Paz, Venancio Ramos, Waldemar Victorino y Julio César Morales, bajo la dirección de Roque Gastón Máspoli.
Tele Santana alineó a Joao Leite, Edevaldo, Oscar, Luizinho, Júnior, Batista, Toninho Cerezo, Paulo Isidoro, Tita, Sócrates, Zé Sérgio.
El árbitro designado fue el austríaco Erich Linemayer. El primer tiempo no se superaron, terminó con un justo empate. Las emociones llegaron en la segunda mitad: al minuto 50, Jorge Barrios, que había ingresado por Eduardo De la Peña lesionado, puso la apertura de scorer "los celestes" en el arco de la tribuna Ámsterdam. El estadio se partió en mil pedazos, pero la alegría duró pocos minutos ya que a los 62, tras un tiro penal, Sócrates igualó las acciones.
Para muchos, se podría dar (al menos), una pequeña revancha de lo que había sucedido 30 años antes en Rio de Janeiro, todo era una gran incógnita.
Los minutos pasaban. Llegamos a los 80, foul de Junior contra Venancio Ramos en el vértice de la tribuna América y Ámsterdam. El "Chicharra" que se encarga de ejecutarlo, pelota a media altura, Krasouski que se tira en "paloma" para interceptar la pelota, no lo logra, pero la misma le llega como "imantada" a Waldemar Victorino que esperaba en el área chica y con un pequeño golpe de cabeza depositó el balón en el fondo de la red. Ahí sí, se terminaron los temores de "revancha". El estadio era una fiesta, como en cada lugar del Uruguay.
Los minutos pasaban, y solo restaba esperar el pitazo final del austríaco. Cuando así lo hizo, los uruguayos volvían a asombrar al mundo entero, otra vez lo habían conseguido, Uruguay era el Campeón de Campeones.