Kevin Dawson, capitán de Peñarol en el 1-1 del pasado domingo ante Nacional en el Estadio Centenario, opinó que el clásico “en general fue chato”, aunque lo consideró normal por el parate tan extenso antes de la reanudación del fútbol y “por todo lo que significa un clásico”.
“La sensación que nos quedó fue amarga porque cuando uno juega esta clase de partidos el objetivo es lograr el triunfo”, comentó el arquero aurinegro al programa Último al arco, de Sport 890, y valoró “la rebeldía” que mostró su equipo para el punto logrado “por cómo se dio el partido, que encontró a Peñarol en desventaja y después con un jugador menos durante 30 minutos”.
“Hasta el gol de Nacional teníamos controlado el partido. No hubo muchas chances de gol y en ese lapso se había jugado más en campo rival, pero el fútbol es dinámico y las pequeñas cosas hacen la diferencia. En ese momento nos jugó en contra a nosotros y recibimos un gol de pelota quieta”, recordó, y valoró el reordenamiento del elenco carbonero tras la tarjeta roja que vio Matías Britos.
“El equipo se plantó bien después de la expulsión y seguimos enfocados en lo que debíamos hacer; primero buscar el empate y después seguir de largo. Se veía que Peñarol era quien podía convertir. Nacional se replegó y trató de cuidar el resultado, y nosotros con 10 jugadores nos plantamos bien y tratamos de mantener el orden, que era importante porque si recibíamos otro gol se nos iba a hacer cuesta arriba”, señaló.
“El equipo defendió bien, pese a ir en desventaja y a jugar en campo rival. Después, por una virtud del pase de Gary (Kagelmacher), de David (Terans) por no dar pelota por perdida y desatención del fondo de ellos llegó ese gol de David y logramos el empate, que no era lo que buscábamos pero fue merecido por cómo se dio el partido”, añadió.
Consultado por el error de Luis Mejía en esa jugada, dijo no verlo claro en cancha “porque estaba lejos”. “Para nosotros en este puesto el regreso al fútbol es más complicado. Por más que estuviéramos jugando amistosos, uno va agarrando referencia de arco y el timming para salir con los partidos”, dijo, y esbozó una defensa sobre la intención de su colega en la acción del tanto de Terans al revelar que “el delantero, al ver que sale el arquero, se puede frenar o dudar, y ahí el arquero a veces se queda con la pelota”.
Respecto al hecho de tener que jugar sin su habitual entrenador al costado de la cancha, dijo que el equipo estaba “acostumbrado porque en los amistosos Diego (Forlán) se iba a la tribuna y los que daban las indicaciones eran Pablo (Forlán) y Juan (Castillo)”. “En los parates Diego bajaba y daba su punto de vista, pero no creo que haya cambiado tanto. El cuerpo técnico es muy abierto y todos tienen su palabra. En nuestro caso, Pablo es de trabajar más con la parte defensiva”, concluyó.