Antes de viajar a Paraguay, mientras estudiaba el cronograma y los pasos a dar para una cobertura de 15 días en los Juegos Sudamericanos de Asunción, la pregunta que se repetía era la misma: ¿Cuántas medallas vamos a conseguir?
Lo reconozco, en la previa pensé que íbamos a estar arriba de las 25. Cuando surgió la delegación final y se confirmaron todos los deportes en los cuales íbamos a tener acción fui más optimista y me motivé pensando en las 30 preseas, pero jamás pensé que la cosecha iba a ser de un total de 40 metales.
Lo vivido en los Odesur fue estupendo, alcanzando la cuarta actuación histórica en podios en 12 ediciones de esta cita, siendo solo superada por Rosario 1982 (con 51 medallas), Santiago 1986 (44) y Lima 1990 (41). Además, es la mejor cosecha en oros (7) desde la mencionada cita incaica, lo que le da un valor agregado a lo alcanzado.
“Tenemos que superar Cochabamba”, me decía un directivo del Comité Olímpico Uruguayo (COU) mientras hacía cálculos conmigo en Carrasco previo a viajar a tierras guaraníes. Es que cuatro años antes se habían logrado 32 medallas allá, en la altura de Cochabamba, algo que en Asunción se mejoró con varios días de anticipación al cierre de las competencias.
Uno podía prever algunos deportes como grandes favoritos para marcar el camino celeste y estos cumplieron al pie de la letra. Lo del remo fue excepcional no solo subiendo 10 veces al podio, sino además obligando a que sonará seis veces bien fuerte el himno uruguayo y ganando el medallero particular de su actividad.
“Que digan que somos un paisito”, gritaba el entrenador Osvaldo Borchi tras salir empapado del agua en el festejo de lo conseguido con chapuzón incluido. Allí lo esperaba Bruno Cetraro, que ganó las cuatro regatas que corrió. También Felipe Klüver, que obtuvo cuatro doradas y un bronce, con una sonrisa indisimulable de felicidad. Juntos son esperanza de medalla olímpica en París 2024.
La otra disciplina que venía a ratificar antecedentes fue el atletismo y sumó cinco preseas con una medalla de oro de una atleta que no para de hacer historia: Déborah Rodríguez.
La tres veces olímpica ganó los 800 metros con una autoridad propia de los que van por la gloria y adicionó su quinta medalla en su historial de Juegos Odesur. Además de este oro contabiliza preseas en Medellín 2010 (plata en 400 metros con vallas), Santiago 2014 (oro en 400 metros con vallas y 800 metros) y Cochabamba 2018 (oro en 800 metros).
“Déborah no falla”, se escucho decir a más de un colega extranjero en la zona mixta de la pista de atletismo y tienen razón: no falló.
Embarcaciones y femenino
Estos juegos quedaron enmarcados con el destaque de los deportes de barco o embarcaciones en el agua, ya que llevaron 15 medallas al país. Junto a las 10 del remo, llegaron tres platas de canotaje, donde Matías Otero estuvo presente en cada una de ellas, sumando además otras dos del mismo color de la vela.
También fue el resurgir del boxeo, donde Camila Piñeiro y Alejandro Bottino fueron finalistas y segundos en sus categorías, sumando un bronce más con Mónica da Silva. Otro deporte que supo cumplir y que se proyecta con esperanza al futuro.
Todos los deportes que alguna vez ganaron medallas olímpicas para nuestro país, es decir ciclismo, fútbol, remo, boxeo y básquetbol, tuvieron al menos una vez representación en los podios guaraníes.
“Que bien anda el deporte femenino”, fue otra frase que se tiró en esas noches donde, cena de por medio y huyendo del cansancio, se iba analizando la actuación uruguaya.
Y es verdad, porque el fútbol femenino maravilló con su plata y quizás mereció más, el básquetbol ganó su primera medalla de la historia en esta rama venciendo a rivales como Chile y Bolivia que eran esquivos, el hockey trajo un bronce con gusto a poco donde la suerte no ayudó y los deportes ecuestres con un equipo conformado enteramente por amazonas fue de bronce en adiestramiento, algo que nunca había pasado en una competencia de ciclo olímpico para esta disciplina.
A eso hay que sumar que Tatiana Seijas y Nicole Yarzon ganaron la primera medalla de plata en Odesur en las damas del remo.
Podríamos detenernos en mil detalles, como lo hecho por el taekwondo que desde la edición del 2002 consigue podios de forma ininterrumpida, confirmaciones de deportistas como Maximiliano Larrosa de karate, el bronce de Andrés Zamora en maratón, una disciplina donde no se ganaba una presea desde 1990, o la tercera colocación del handball masculino para subirse a un podio que era esquivo desde 2006. Seguramente hay mucho para destacar y quizás seamos injustos al no ponderar en su justa medida a otros hitos conseguidos.
Miles de letras y palabras serían necesarias para contar lo vivido en estos 15 días con una delegación de un comportamiento ejemplar, que defendió con orgullo nuestra bandera y que dio el máximo en cada actuación.
“Tarea cumplida y ahora vayan por más”, dijo un dirigente paraguayo mientras conversábamos de la actuación celeste. Con esa frase retumbando en mi cabeza enfile al hotel para armar la valija y emprender el retorno a mi casa, esa que me espera junto a mi familia en Paso de la Arena. Que lindo es vivirlo para poder contarlo.