Cristiano Ronaldo fue blanco de críticas el pasado sábado, cuando tras la derrota 1-0 a manos del Everton en Goodison Park arrojó al piso el celular de un niño que estaba en la tribuna, pegado al tramo que deben recorrer los futbolistas desde el campo de juego a la zona de los vestuarios.
El aparato que acabó destrozado en el piso era de Jake Harding, un joven de 14 años que padece dispraxia y quedó impactado por la situación. “Mi hijo estaba en shock, es autista y Cristiano Ronaldo le arruinó el día”, dijo Sarah Kelly la madre del adolescente, visiblemente molesta y sin aceptar las disculpas del portugués.
El futbolista del Manchester United, tras las críticas recibidas, invitó al chico a conocerlo y a recorrer Old Trafford, pero la invitación fue rechazada.” ¿Por qué habría de aceptarla? ¿Sólo porque es Cristiano Ronaldo? Actuó como si le debiéramos un favor, pero lo siento, no es así. Rechazamos amablemente la oferta de ir a Olf Trafford porque Jake no quiere ir allí y no quiere ver a Ronaldo”, dijo.
“¿Por qué debo viajar a Old Trafford? Por qué un 'blue' querría visitar a un 'red'”, se preguntó la madre del joven, quien no cree que las disculpas de Cristiano Ronaldo hayan sido auténticas. “Si fuera sincero, creo que debería haberse dado vuelta en el momento del incidente, tomar el teléfono de Jake y disculparse ahí mismo”, expresó.
Save the Children, la ONG que trabaja a nivel mundial por los derechos de los niños, rompió el vínculo con el futbolista portugués, quien era embajador de la organización.