Joaquín Ferreira, lateral derecho de 19 años de Peñarol, habló este lunes en Quiero fútbol de Radio Sport 890 sobre su ausencia en la lista final de la selección uruguaya sub-20 para el Sudamericano de Colombia que comenzará el próximo 19 de enero.
El futbolista fue campeón de sub-19 y de la Copa Libertadores sub-20 con Peñarol, bajo las órdenes de Marcelo Broli, hoy entrenador de Uruguay en ese categoría. También fue una de las figuras en la Final Intercontinental sub-20 frente a Benfica.
Sin embargo, y pese a estar en todas las convocatorias de la Celeste, fue desafectado a último momento del plantel definitivo para el Sudamericano. Por eso, se siente “un poco triste y shockeado por toda la situación”.
“He estado en todo el proceso, he viajado siempre y he jugado, sea titular o no, siempre estuve en todo el proceso”, añadió. “En la última semana, el último día de entrenamiento, que decían quién viajaba o no, me desafectaron”, siguió.
Cabe destacar que estuvo en todas las dobles fechas de amistosos y, además, disputó el Torneo Cotif de L’Alcudia en España a mitad de año y en octubre estuvo en los Juegos Odesur en Paraguay. Fue titular en prácticamente todos los encuentros como celeste.
“Hasta el momento estoy esperando una explicación”, aseguró, y agregó: “No me lo imaginaba”. “Tuve mis altos y bajos, pero creo que siempre fue regular”, dijo, y aclaró que la desafectación fue “colectiva” y no hubo explicaciones a nivel individual.
Peñarol, su sueño
“El mismo día que me desafectaron, a la tarde me llamó [Pablo] Bengoechea [gerente deportivo] y me convocó para que me presente en Los Aromos al día siguiente”, contó el joven mirasol, que en 2022 firmó su primer contrato profesional.
“Pasé del estado de shock a la alegría de un momento para otro. La verdad que muy feliz, no solo para mí, sino para mi familia”, dijo. Además, comentó que Ignacio Ruglio le “mandó un mensaje de aliento”.
Su compañero Damián García, que sí estará en la selección, y Thiago Cardozo, le brindaron su apoyo, además del entrenador Alfredo Arias: “Hablamos muy poco. Me dijo que me suelte, que sea yo, y me dio para adelante”.