Cerro perdía 5-0 este domingo en su visita a Defensor Sporting en el estadio Luis Franzini, pero el partido quedó trunco a los 79 minutos porque un proyectil impactó en la cabeza de Julián Pérez, segundo asistente del árbitro José Burgos. El juez central suspendió el compromiso y de inmediato hubo incidentes por parciales albicelestes que rompieron un tejido y entraron con la intención de robar banderas del equipo local, lo que generó un enfrentamiento.
Pérez fue atendido por las sanidades de los dos clubes y por personal del SUAT y, más allá de un mareo y un corte que se le generó en el cuero cabelludo, está bien. Su gremio presentará una denuncia junto al Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) ante la Dirección General de Seguridad en el Deporte. Registrarán imágenes para identificar al agresor y el expediente pasará a la Comisión Disciplinaria de la AUF.
Un día después, Rafael Peña, jefe de la seguridad de la AUF, habló públicamente tras más de tres años de silencio. “Entendía que no aportaba lo que pretendía y además hay normas de la AUF que me lo impiden. En este caso el presidente Ignacio Alonso me pidió que atendiéramos esto, dado lo que entendemos que es de gravedad”, dijo Peña al programa 100% deporte de Sport 890.
Sobre los hechos, fue tajante: “Nos sorprenden las circunstancias, con un partido emocionalmente liquidado, pero no la acción de esa parcialidad. Ya viene de un proceso de hace años y de determinadas alertas que habíamos brindado con particulares énfasis en las circunstancias que se estaban dando y en el carácter progresivo y sistemático, e incrementándose el índice de violencia”.
“Anoche hablamos con el presidente Alonso. Llevamos siete años de trabajo y entendemos que hemos tratado de mejorar la seguridad y la tranquilidad de la gente que pueda ir a los escenarios y no se encuentre con estos delincuentes que actúan como si no existieran guardias ni reglamentación. No es la primera vez”, lamentó.
“Hace más de un año hicimos un documento de más de 100 páginas alertando a los tribunales que podía darse un hecho gravísimo. Esto sigue incrementándose y en la medida que no se tomen medidas ejemplarizantes tendremos un hecho grave que terminará en una trascendencia penal”, advirtió Peña, quien cree que las medidas disciplinarias que se toman tras los distintos episodios de violencia no son suficientes.
“Les he dicho a los tribunales que tenemos de cada hecho una carpeta, y que el día que seamos convocados por la Justicia vamos a presentar estos documentos para que se vea que se ha alertado”, sostuvo, y reclamó “medidas ejemplarizantes que tengan que ver con la parcialidad, no con el escenario ni la directiva”.
“En el caso de Cerro tenemos una buena relación con la directiva y la seguridad, que hacen un enorme esfuerzo, pero no lo pueden controlar. En nuestro último informe muy concretamente dice eso: por más que hacen esfuerzos, el control no está dado. Es momento que se tomen medidas, particularmente contra la parcialidad. Ya no sé qué más poner en los informes de los lunes. No sé qué tiene que pasar para que se tomen medidas”, concluyó.