El 1-0 de River Plate sobre Boca Juniors el sábado en La Bombonera dejó mucho material para los bloques de polémicas de los distintos programas deportivos, por lo que el trabajo del árbitro Nicolás Ramírez ha estado bajo la lupa desde el pitazo final.
Entre los más críticos estuvo Javier Castrilli, exárbitro argentino que se caracterizó por su estricto apego a la disciplina y por sancionar penales por agarrones mínimos. A través de su cuenta de X, le achacó dos tarjetas amarillas que debieron ser rojas, y la última jugada.
Sobre una dura falta de Nicolás Fonseca sobre Kevin Zenon a los 5’ del segundo tiempo, opinó que fue “jugada de expulsión directa”, por lo que consideró que hubo “error de Ramírez, que solo amonestó”. Pocos minutos después, Marcos Rojo le entró duro a Manuel Lanzini y el concepto fue el mismo: “Era expulsión directa”.
En relación a la última jugada del partido, que fue el gol anulado al delantero xeneize Milton Giménez por mano, no discrepó en esa observación, pero sí cree que hubo penal del arquero millonario, Franco Armani. Para Castrilli, debió sancionar penal porque cronológicamente fue antes del gol, que es lo que lleva a anular la jugada por una mano sin intención.