El atleta Emiliano Lasa es uno de los mascarones de proa de la delegación que nos representará en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, precedido de su sexto puesto en el salto largo de la cita anterior de Río de Janeiro 2016, buscará en tierras niponas dar otra muestra de todo su talento.
Lasa, de 31 años, pasó muchos altibajos en el ciclo olímpico rumbo a confirmar su clasificación, la que logró sobre la fecha de cierre del ranking, al culminar en el lugar 32 de la misma cantidad de cupos que otorgaba la prueba.
"Fue un camino muy complejo", comenzó diciendo Lasa a FútbolUy: "pasé por millones de sensaciones desde 2019 hasta ahora. En aquel año tuve una lesión que la forcé un poco para competir en el Sudamericano, Juegos Panamericanos de Lima y después en el Mundial de Doha".
"Eso me llevó a una cirugía", contó el uruguayo que fue intervenido de una fractura de tibia por estrés en febrero 2020: "con la recuperación y puesta a punto, difícilmente me hubiesen dado los tiempos si los Juegos se hacían como estaban previstos en 2020. Por ese lado, la pandemia, me terminó dando una chance más".
El uruguayo recién pudo retomar los entrenamientos al cien por ciento en febrero de 2021 y comenzar a competir en marzo del mismo año, donde: "tuve que salir a buscar puntos contrarreloj (para el ranking), con la meta de poder clasificar a los Juegos".
"Por suerte pude volver bien, en la segunda prueba que disputé salté 8,11 metros (en Brasil) y eso me ayudó con la confianza", narró pero aclaró: "fue todo muy sufrido hasta el final, quedé en el puesto 32 de 32, consiguiendo el objetivo en el cierre mismo de los plazos".
"Fue mucho estrés vivido, sumado a todo el tema de los viajes, competencias que se suspendían constantemente, entrada a los países que eran muy complejas. Todo muy duro, cuesta arriba, pero se consiguió y eso me dio mucha tranquilidad", dijo con una sonrisa.
Lo que viene
Emiliano Lasa, cuyo récord nacional en la prueba es de 8,26 metros y data de los Juegos Odesur de Cochabamba en 2018, ahora se prepara para su desembarco en Tokio: "cumpliendo con todas las medidas que hay que cumplir por los requisitos sanitarios que nos exigen".
"Serán unos Juegos diferentes, atípicos, pero tienen el mismo valor de los anteriores. Estoy contento de sentirme bien y ya pensando en competir el 31", explicó.
"Es un sueño que vivo con una sensación muy parecida a la de la primera vez (en Río). Me hace feliz poder representar al país", mencionó.
Consultado sobre los objetivos que se plantea para los venideros Juegos Olímpicos fue claro: "similares a los anteriores, es decir, primero que nada, avanzar a la final y después, escalar lo más que se pueda con la ilusión de repetir y mejorar lo ya conseguido".
Lasa actualmente se está entrenando en Madrid, España, hasta el 21 de julio, fecha en la que viajará rumbo a Japón, donde debutará el 31 del mismo mes y en caso de acceder a la final será el 2 de agosto venidero.