Los españoles del Lazio, Luis Alberto y Pedro fueron clave para, con un gol cada uno, tumbar a un Inter al que tuvieron dominado todo el encuentro (3-1) y que no consiguió inquietar el arco “laziali”, donde Matías Vecino fue titular, en esta tercera jornada de la Serie A.
No está cuajando el Inter en este inicio de temporada. Los de Inzaghi sufrieron en la primera jornada para ganar al recién ascendido Lecce y, pese a la contundente victoria, no jugaron un buen partido ante el Spezia.
El partido ante el Lazio confirmó las malas sensaciones de un conjunto que en dos semanas comienza su camino en Liga de Campeones, encuadrado con el Barcelona en el grupo de la muerte.
El primer tanto a favor de los 'laziali', fue convertido por Felipe Anderson. Milinkovic-Savic se inventó medio gol de los suyos con un más que medido pase a la espalda de un despistado Dimarco que no siguió a Anderson, dejándole a placer ante Handanovic, que poco pudo hacer.
Sin embargo, cuando los locales veían el partido dominado y más confiados estaban, llegó el empate del Inter, por parte de Lautaro Martínez que sigue creciendo de la mano de Inzaghi y aprovechó una segunda jugada tras una falta lateral.
Con la igualdad en el marcador se produjeron los movimientos en los bancos. Inzaghi sacó del verde a un Lukaku totalmente desdibujado, inoperante e incapaz de poner en aprietos a la zaga rival; en lo que Sarri tocó lo que a la postre sería la clave, dando entrada a los españoles Pedro y Luis Alberto.
Y es que a falta de trece minutos para el final los tres puntos se los podía llevar cualquiera. Pero apareció justo en el momento perfecto la conexión española para hacer temblar los cimientos del Olímpico de Roma, que enloqueció con el zapatazo de Luis Alberto desde fuera del área, un misil directo a la escuadra de la portería defendida por Handanovic, inmóvil, siguiendo con la mirada el balón.
Sin tiempo casi para reponerse, llegó el golpe definitivo para el Inter y la alegría definitiva para la afición local. Esta vez fue Pedro el que encontró el fondo de las mallas con otra gran definición, ajustada al palo derecho, tras la sutil asistencia de un Immobile que no marcó, pero que volvió a ser fundamental.