Una nueva exhibición de superioridad, física y táctica, fue la que rubricó por enésima vez en la temporada el Inter de Milán, que este viernes pasó el rodillo ante el Salernitana (4-0), a cuatro días de medirse al Atlético de Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones.
El Inter mete miedo a cualquiera en Italia. Es el mejor equipo, con diferencia, de toda la Serie A, y llegará al importante duelo de Champions en plena forma, después de haber atropellado a un paupérrimo Salernitana, escolta del campeonato italiano, que poco pudo hacer para parar a Lautaro, Thuram y compañía.
Los de
Simone Inzaghi, que, de hecho, no pudo enfrentarse a su hermano Pippo en el
duelo de directores técnicos porque fue despedido el pasado domingo, son un
engranaje perfecto. Un sistema de 3 centrales con 2 carrileros y 2 delanteros
perfectamente engrasado. Y con un fondo de armario muy grande que le permite
rotar sin problemas.
Lautaro Martínez, Thuram, Mkhitaryan y Calhanoglu se retiraron en el minuto 60 de
la cancha; otros como Darmian o Dimarco, habitualmente titulares, ni siquiera ingresaron
al campo. Y fue un recital desde el minuto 1 hasta el 90 el de los Nerazzurri,
que no se apiadaron en ningún momento de su rival, prácticamente descendido a
Serie B tras 3 temporadas en la máxima categoría.
El partido fue un monólogo. En los primeros 20 minutos Thuram dio al palo,
Barella al travesaño, Calhanoglu exigió al Memo Ochoa bajo palos, Lautaro Martínez
erró una ocasión clarísima tras un pase atrás desde la línea de fondo que no
acertó a rematar con comodidad, y hubo 2 goles.
Primero un
Thuram que, pese a que es un recién llegado, parece que lleva jugando con la
camiseta del Inter 5 años. Su adaptación es encomiable y volvió a dejar su
sello en San Siro, que lo quiere como a un canterano. El galo aprovechó el
centro de Carlos Augusto desdee el perfil zurdo y, de primeras, remató con el
interior de su bota derecha para abrir el marcador.
Ni dos minutos pasaron y Lautaro se redimió de su error anterior con un disparo
desde la frontal que alargó la fiesta de la afición, que venera a su capitán y
líder. Los delanteros titulares, la dupla de moda en Italia, siguen
intratables.
Dumfries, en el ocaso del primer tiempo, sentenció aprovechando varios rebotes
en el corazón del área. Una primera parte para enmarcar, un Inter desatado en
tromba que no dio opción a los de Salerno.
Saltó en la segunda mitad la unidad B al campo. Bastoni también se retiró
sustituido para descansar y Alexis y Arnautovic quedaron al mando de la
ofensiva. Con una marcha menos, el Inter se dejó llevar y aumentó el resultado.
Arnautovic marcó a placer tras el centro de Dumfries en el último suspiro,
aprovechando el toque de un defensa que le dejó solo ante Ochoa.
El Inter volvió a arrasar, se divirtió ante el escolta y ya huele el Scudetto,
pero eso no es una novedad. Los de Inzaghi ya piensan en el Atlético de Madrid.
Ya piensan en un duelo trascendental de 'Champions' al que, además, llegarán
con un día más de descanso que su rival.
EFE / FútbolUy.