Genoa recibió este jueves en el estadio Luigi Ferraris a la Roma por la sexta fecha de la Serie A de Italia y contó con la presencia desde el inicio de Alan Matturro, quien estuvo como titular por primera vez desde que fichó por el club italiano en enero del presente año, y lo goleó 4-1. El Balón de Plata del Mundial sub-20 jugó como carrilero por la izquierda.
El uruguayo de 18 años jugó 76 minutos, los primeros en la campaña 2023/24. El pasado curso, en el que consiguió el ascenso a la Primera División, disputó solamente 56 minutos, repartidos en dos partidos, en el semestre. Luego de eso le siguió una participación perfecta en la Copa del Mundo que obtuvo Uruguay, en laque jugó todos los minutos y anotó un gol.
La Loba perdió una de las claves del año pasado, uno de los pilares en los que basó el éxito en Europa y que esta temporada se está convirtiendo en su peor pesadilla: es la segunda peor defensa de la máxima categoría italiana con once goles encajados. El choque ante el Empoli, un 7-0 balsámico, no fue más que un espejismo irreal de lo que es el inicio de los giallorossi. En Génova, Roma salió humillado por un recién ascendido que sacó las vergüenzas de los capitalinos desde el primer momento.
En el minuto 5 de partido, Gudmunsson ya había superado a Rui Patricio con un disparo cruzado que hizo saltar las alarmas de un Roma al que le cuesta mucho sobreponerse a los resultados en contra. Pero con la calidad de jugadores como Dybala, Lukaku -al que le anularon un gol- o Pellegrini, Roma fue poco a poco domando el partido y generando superioridades y espacios por banda, desde donde llegó el centro medido de Spinazzola que cabeceó Cristante para confirmarse como el sostén de un equipo en decadencia.
Pero Cristante no puede ser las soluciones a todos los problemas del equipo romano, que echa de menos a Smalling en defensa. No duró mucho la emoción por el empate y, con el partido bastante igualado, apareció el argentino nacionalizado italiano Mateo Retegui para hacer uno de los goles de la jornada, un control perfecto dentro del área, tras una jugada individual de mucho nivel de Gudmunsson, y un remate potente para superar a Rui Patricio justo antes del descanso.
Un momento que hizo daño a la Roma, pero que encontró en el descanso su mejor aliado. Saltó con energías renovadas al segundo tiempo y domó la intensidad del Génova. Fue superior, atosigó y encerró al combinado rossoblù, pero sin éxito. Dybala y Lukaku no encendieron la chispa, y el Roma sin eso es incapaz de hacer daño.
En el fútbol, dejar pasar el momento de superioridad es sinónimo de mal augurio. Y el Génova sacó provecho. Justo cuando el gol empate a dos estaba más cerca, apareció de nuevo la fragilidad defensiva para matar el partido. Dos remates de cabeza, el último de Thorsby, significaron el 3-1. Una acción impensable la temporada pasada. Roma era un seguro en el balón aéreo, pero algo falla esta temporada.
Ya en el minuto 80, con todo decidido, habiendo dando entrada a Aouar, El Shaaray y Azmoun, el Génova acabó por rubricar la humillante goleada. Fue Junior Messias, ex del Milan, el que recién incorporado al encuentro, puso la guinda a una noche especial en el norte de Italia con un remate al segundo palo. De nuevo, libre de marca. Roma salió tocado de Génova. También José Mourinho, en lo que es el peor momento desde su llegada al banquillo romano. Su equipo marcha décimo sexto con cinco puntos. Solo una victoria en seis partidos.