El partido comenzó con los bohemios tratando de tomar la iniciativa, controlar desde zonas de volantes y con la búsqueda constante de la velocidad de Mauro Méndez en ofensiva.

Torque por su parte, trataba de cerrar espacios para combinar cuando recuperaba el balón y tratando de generar con balones a espaldas de los laterales rivales.

La primera aproximación clara fue para la visita, que encontró en un pique de Bruno Veglio un buen remate, que entre Fiermarín y el palo se encargaron de repeler.

Pero los celestes no se quedaron quieto y tuvieron dos contras que pudieron quebrar la paridad. Un pase largo a los 23' dejó solo a Otormín frente a De Arrubarrena, pero su remate pegó en la red exterior del arco.

Luego fue Lucas Rodríguez, también por derecha, que sacó un potente remate cruzado que se fue cerca y volvió a avisar.

El equipo de Carreño comenzó a tener otra profundidad con el crecimiento de sus volantes y desde allí llegaría el gol que lo adelantó en el tanteador. Pastorini habilitó a Colombino, que tocó de primera para Méndez y este definió al palo izquierdo del arquero para el 1-0 a los 35'.

De allí al cierre un disparo de Pais y otro del chileno Allende, de lo mejor de su equipo, movieron un poco el partido que se fue al descanso con triunfo bohemio por 1-0.

En el cierre

En el complemento los de Marini trataron de ser mucho más ofensivos en pos de acercarse a la igualdad, pero fallando una y otra vez en la definición en las chances que creo.

Otormin no pudo nunca ser preciso a la hora del remate final, mientras que Del Prete, con muchos altibajos, no pesaba en las acciones.

Los bohemios ya no tenían el caudal de ataque que habían mostrado, queriendo defenderse con la posesión de la pelota y utilizando a Méndez como motor para lanzar la presión en la salida rival.

Las emociones volvería a aparecer sobre el cierre, con los ciudadanos apostando a refrescar el equipo desde el banco y encontrando allí soluciones.

A los 82' un centro de Natanael Guzmán encontró la cabeza de Matías Cóccaro en el área para dejar sin asunto a De Arruabarrena y conseguir la justa igualdad.

Es más, una buena corrida de José Ignacio Álvarez que definió con el arco vacío, obligó a Gerardo Alcoba a ir al piso para sacarla en la raya y evitar el segundo.

Con el tiempo cumplido, apareció una patriada de Paulo Lima, que se mandó con la pelota desde la mitad de la cancha y sacó un remate de media distancia que rebotó en el rival, descolocó a Fiermarín y puso el 2-1 con que se fue el partido.

Un grato triunfo para Wanderers, algo que hace rato no hacía y el primero en la era de Daniel Carreño al frente del equipo.