Con un doblete en ocho minutos, Lautaro Martínez rubricó la remontada del Inter en la final de la Copa Italia ante el Fiorentina 2-1, un partido que usó para ir calentando motores y mandar un aviso al Manchester City, al que se medirá el próximo 10 de junio en Estambul, en la final de la Liga de Campeones.
A la espera del partido del año, el Inter sumó el título copero y mantuvo la corona que ya se colocó el año pasado en el mismo escenario, en un Olímpico de Roma que batió récord de asistencia en una final de Coppa. Ya son dos finales ganadas en lo que va de año para los interistas, que también ganaron la Supercopa al Milan.
Casi sin tiempo para tomar asiento, en el minuto cinco, el plan de Italiano, entrenador de la Viola, surtió el efecto deseado. Presión alta, robo en campo propio y transición rápida. Ikoné centró raso desde la banda y Nico González remató el segundo palo a placer. Uno más del argentino, imprescindible para el buen hacer de este equipo que sueña con otro título europeo en sus vitrinas.
Fueron veinte minutos de superioridad de la Fiore en el Olímpico de Roma. Un equipo que le plantó cara a todo un finalista de Liga de Campeones como el Inter. Pero si en algo destaca este Inter es en su capacidad de no perder los nervios y de ceñirse al plan. Poco a poco fue siendo ese bloque reconocible que le ha llevado hasta el final en Europa. Y a partir de ahí, construyó el partido apoyándose en los Barella, Calhanoglu, Dzeko y, por su puesto, el mayor peligro del equipo de Inzaghi, un Lautaro desatado que se presenta como el argumento más consistente para la final de Estambul.
Así lo volvió a demostrar el ariete, campeón del Mundo que busca el doblete. Dos goles en ocho minutos que dieron la vuelta al partido. El primero, tras una asistencia impecable de Brozovic, significó la centena de tantos como 'nerazzurro'; el segundo, un centro de Barella que finalizó con una medio tijera. Él solo tumbó a la 'Fiore'. Hizo fácil lo difícil antes del descanso.
Saltó otra vez más enchufada el conjunto de Florencia en el inicio del segundo acto. Tuvo un par de acercamientos peligrosos con Cabral, Nico González e Ikone. Pero la sensación era, una vez más en lo que va de temporada en los partidos grandes, que el Inter era un muro infranqueable.
Todos los intentos de los 'viola' se fueron al limbo. Y tuvo varios claros para empatar. Pero bien Handanovic bajo palos o bien la línea Darmian-Acerbi-De Vrij en la segunda mitad se las apañaron para frustrar a la 'Fiore' en su vuelta a una final. Especialmente en uno en el que Darmian tuvo que salvar bajo palos lo que hubiera significado la prórroga.
La 'Fiore' hizo un gran partido, lo dio todo hasta el final, pero Lautaro dio la novena Copa de su historia al Inter, mantuvo el trofeo conseguido la temporada pasada y mandó un aviso al City, que tendrá que pararle para conseguir su primera 'orejona'. Mientras, los de Florencia se agarran al sueño europeo, en su primera final en 33 años fuera de fronteras italianas, para volver a jugar en Europa.