Ankaragücü y Rizespor empataron 1-1 por la decimoquinta fecha de la Superliga de Turquía, donde, al término del partido, ocurrió un hecho insólito que involucró al presidente de la institución local y al árbitro principal del encuentro.
Faruc Coca, máximo mandatario de Ankaragücü, no coincidió con la decisión arbitral en una incidencia puntual y, a modo de reclamo, ingresó al campo de juego para aplicarle un golpe de puño a Umut Meler.
Tras la agresión, el juez cayó al piso y comenzó a recibir patadas de otras personas ubicadas en la cancha. El directivo se mostró enojado ya que a su equipo le empataron el partido sobre la hora, precisamente en el minuto siete de descuento. El choque contó con dos futbolistas expulsados en cada club.