Este martes se registró un tiroteo en un colegio en Texas, Estados Unidos, el cual dejó la cifra de 21 víctimas fatales, de los cuales 19 eran niños y las restantes eran dos maestras.
Por ese motivo, Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors de la NBA, habló sobre el tema en la conferencia de prensa previa al partido de las finales de la Conferencia Oeste frente a Dallas Mavericks.
"No voy a hablar de básquetbol. No ha cambiado nada con respecto a nuestro equipo en las últimas seis horas. Hoy vamos a salir como siempre. Todas las cuestiones relacionadas con el básquetbol no importan", comenzó diciendo.
"Desde que ha terminado el entrenamiento, 14 niños han sido asesinados a unos 650 kilómetros de aquí, y una profesora. En los últimos días, hemos visto como mataban a ancianos negros en un supermercado en Buffalo. Hemos visto como mataban a asiáticos que iban a misa en el sur de California. Y ahora tenemos niños asesinados en el colegio", siguió.
"¡¿Cuándo vamos a hacer algo?!", gritó mientras golpeaba la mesa de la sala de prensa. Aguantando el llanto añadió: "Estoy cansado de subir aquí y dar el pésame a las familias que están destrozadas. Perdónenme. Estoy cansado de guardar momentos de silencio".
"¡Ya basta!", gritó. "Estoy harto. Ya es suficiente", siguió. "Vamos a jugar el partido de esta noche, pero quiero que cada persona que está aquí escuche esto. Piense en su propio hijo o nieto, en su madre o padre, en su hermana o hermano, ¿cómo se sentirían si les pasara esto hoy a ustedes?", apuntó.
Además, criticó al Gobierno de Estados Unidos: "50 Senadores en Washington nos tienen como rehenes. ¿No se dan cuenta de que el 90% de los estadounidenses, del partido que sean, quieren que se revisen los antecedentes penales antes de comprar armas?".
"El 90% de nosotros somos rehenes de 50 Senadores en Washington que se niegan incluso a someterlo a votación, sin importar lo que nosotros, los ciudadanos estadounidenses, queremos. Y no van a votar sobre ello porque quieren conservar su propio poder. ¡Es patético, basta ya!", cerró el entrenador, que se levantó enojado y se fue.