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Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, dialogó con 100% Deporte de Sport 890 y habló sobre la final Intercontinental de este domingo frente a Benfica, la renovación de Nicolás Rossi, la fijación de Paysandú para jugar con Deportivo Maldonado y la decisión de Martín Cáceres.
“El presidente [Alejandro] Domínguez de Conmebol me escribió un WhatsApp valorando que el público de Uruguay haya logrado llenar el estadio para una final sub-20”, dijo el mandatario aurinegro sobre la venta de entradas para el domingo.
Confirmó que en el Estadio Centenario habrá ojeadores de equipos europeos y destacó a los del Bayern Múnich y Galatasaray. También estarán la mayoría de Brasil y Argentina y una cantidad importante de la MLS.
El futuro
“Hubo sondeos de un equipo fuerte de la B de Italia, de un equipo de España, de la MLS y algo de México” por Nicolás Rossi, quien renovó su contrato hasta 2025 este jueves. Tendrá “un salario que va atado a una cláusula de rescisión y a medida que va jugando más partidos, sube el salario y la cláusula hasta llegar a unos US$ 15 millones”.
Por su parte, Jairo O’Neill “tenía unas ofertas de Paraguay que no se cristalizaron y el agente me dijo ayer que tenía una posibilidad de Argentina. Por derechos de formación corresponderían unos US$ 300.000, pero el club no está dispuesto a ponerlos. Voy a hablarlo con mis compañeros de directiva”, comentó.
“No entrena hace 15 o 20 días. Lo hablé con Jairo y creo que fue un gran error dejar el club, que eso para mí no hay que hacerlo”, apuntó Ruglio sobre la decisión del joven lateral izquierdo.
Molestia
El plantel de primera no podrá ver la final Intercontinental y confirmó que “hasta ayer estuvimos haciendo gestiones, pero se estaría llegando cerca de la una de la mañana y daríamos mucha ventaja no durmiendo bien”.
“Se juega una final Intercontinental, vienen autoridades de todos lados y el plantel principal tendría que estar sentado en el palco viendo a algunos de sus compañeros y a los que serán sus compañeros”, pero en lugar de eso “van a estar viajando a Paysandú mirando a sus compañeros en un celular”, indicó.
“Esta es una de las cosas que le genera mediocridad al fútbol uruguayo”, aseguró. “Hasta hace una semana no se sabía dónde se iba a jugar y que un equipo como Deportivo Maldonado pueda optar por jugar a 500 kilómetros de su casa sin explicación, habiendo estadios disponibles a 150 kilómetros, habla de la desprolijidad con la que se maneja todo acá”, apuntó Ruglio.
Afirmó que “queremos dar una imagen de algo que a veces no lo hacemos puertas adentro. En Peñarol enojó muchísimo eso y lo hicimos saber”. “Como siempre, hay excusas para las cosas, que tanto el presidente de la AUF como la Mesa le tendrían que haber dicho a Deportivo Maldonado que podría cambiar, pero que tendría que ser en un lugar más cercano”, añadió.
“Va a ser muy difícil explicar a los scoutings que el plantel de Peñarol y el cuerpo técnico no puede estar allí porque están en viaje a Paysandú porque a un cuadro se le ocurrió llevarte 500 kilómetros porque sí”, siguió.
Gracias, pero no
Con respecto a la respuesta de Martín Cáceres, contó que le dijo que “estaba hiperagradecido, que había firmado un preacuerdo” con Los Angeles Galaxy de la MLS “y que valoraba que Peñarol hubiese estado todo este tiempo haciéndole saber su idea y, sobre todo, una oferta clara”.
“Sabíamos que su prioridad era estar afuera. No estábamos en busca de un zaguero, pero si se alineaban los astros y venía, contar con él”, concluyó el presidente del club aurinegro.
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