El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, mostró su emoción por la victoria en 1-0 ante Flamengo en Río de Janeiro y destacó la labor realizada por Washington Aguerre que “atajó hasta el viento”.

Ruglio confesó que una vez finalizado el partido en el Maracaná: “Salí a abrazar a papá que es un poco el que se comió los garrones del cargo, fui para el palco a disfrutarlo con el vitalicio del club y a acordarnos del abuelo”.

“Después me abrace con Juan Pedro [Damiani], que tenía una emoción tremenda. Siempre le digo que después que agarré el cargo entendí muchas cosas de lo complicado que es y lo fácil que es hablar de afuera. Ahora hay que estar todos juntos, tener los pies en la tierra y pelear por hacer algo grande para Uruguay”, expresó.

“Es una noche para festejar porque se ganó en el Maracaná por cuartos de final de Libertadores y mañana a juntarnos a hablar ya que hay que tener mucha tranquilidad porque el domingo viene Cerro porque el Uruguayo que es muy importante. Además el jueves hay que estar muy a la altura porque si caemos el golpe puede ser grande”, reflexionó.

Los destacados

El dirigente destacó el rendimiento general del equipo e hizo un punto y aparte a la hora de hablar de Washington Aguerre: “Es clave tener un arquero que responda así en estos partidos, contra rivales de este calibre y que sienta los colores como los siente. Hoy atajó hasta el viento”.

“Para todos los que dicen que es loco y no hay que festejarle las cosas, fue el primero que dijo al llegar al vestuario: ‘Miren que no ganamos nada todavía, ahora hay que cerrarlo en casa’”.

Y siguió hablando de otros puntales del cotejo: “Lo que jugó Maximiliano Silvera es una cosa de locos, Lo que corrieron todos. El Cangrejo [Javier Cabrera] es un pacman permanente”.

El timonel

Ruglio al ser consultado sobre las causas que llevan a este gran momento de Peñarol, fue contundente: “Tiene un líder que nos devolvió la ilusión a todos que es Diego Aguirre. Con sus aciertos y errores, que los tenemos todos los humanos, los jugadores de Peñarol le creen y sabe liderar, algo que lo vemos a diario. Sabe en que se mete, como les habla, el respeto con que lo miran, el cariño que tienen por él. Sabe mantener la distancia y ser cercano”.

“Después tenemos jugadores con hambre de gloria como Maxi Olivera que es un capitán de perfil bajo, que reúne los valores del club. A no confiarnos, hoy celebrar y luego a pensar que el partido en el Campeón del Siglo va a ser dificilísimo”, acalró.

“Es mérito de Aguirre, Verzeri [ayudante técnico] y Alayes [director deportivo]”, dijo sobre la conformación de este equipo y cerró: “Hice lo que me pidieron que hiciera. Conservamos el equipo entero y valió la pena porque estamos siendo protagonistas nuevamente, lo que queríamos”.