Un día después de anunciar su retiro del fútbol profesional, Ignacio Lores contó que fue una “decisión” que sintió “con el corazón y la venía pensando”. “Decidí priorizar lo mental y lo emotivo. No soy viejo, pero tampoco soy joven, así que decidí dar este pasito para estar más con la familia”, comentó al programa Minuto 1 de Carve Deportiva.

A sus 32 años, había firmado hasta junio de 2026 con el Taranto de la Serie C de Italia tras unas vacaciones en su país que lo movilizaron. “Los meses que estuve en Uruguay pude salir a comer y a tomar algo con amigos, jugar en la Liga Universitaria y hacer cosas que hace años no hacía. Es lo que quiero vivir ahora, no vivirlo cuando tenga 40”, explicó.

“Fue una suma de cosas. Volví a Italia y el Taranto me abrió las puertas, por lo que estoy súper agradecido. Me hicieron dos años de contrato, pero dentro de mí lo que sentía era que quería otra cosa”, señaló, aclarando que “no es que haya perdido las ganas de jugar al fútbol”, porque le “encanta” y le “gustaría estar dentro del fútbol”.

“Las motivaciones no eran las de antes”

“Pero las motivaciones no eran las de antes, y es normal. Uno va pasando por situaciones, como lesiones o sacrificios. Me tocó perder muchas cosas en el camino y es difícil”, comentó Lores, quien también recordó que todavía no tuvo “la oportunidad de tener familia”.

Descartó que seguir entrenando haya sido un factor para dejar el fútbol. “No me costaba porque me gusta estar bien físicamente. El cuidado de la alimentación lo hacés parte de tu vida. Esas costumbres las voy a mantener porque el fútbol te las enseña. No era una dificultad para mí”, manifestó.

“Capaz que ya no me ponía tan nervioso y ansioso para los partidos, con esa emoción de sentir la presión con uno mismo para demostrar todos los fines de semana. Lo fui perdiendo un poco, tal vez porque estaba pensando en otra etapa de mi vida”, señaló Lores, quien reconoció que empezó jugando con el sueño de “satisfacer a los padres y cumplirles un sueño”.

Peñarol y Nacional

“Dentro de mí, sé que cuando perdí a mi padre cambié como jugador y como persona. No es que me apagué, pero desde chico jugaba para la aprobación de él. Es feo decirlo porque uno ve esa presión de afuera. Yo de niño siempre tuve esa presión y ese sueño de satisfacerlo siendo jugador de fútbol. Cuando lo perdí, el sueño de toda la familia era que jugara en Peñarol porque mi familia es hincha de Peñarol”, recordó.

“Haber jugado en Nacional es tema mío. Todo lo que me sale del corazón trato de hacerlo, y sentí que ese paso a Nacional era un paso importante en mi carrera. Nacional es un club grande de América, y sé que a veces el hincha de Peñarol no lo ve bien, así como el de Nacional no acepta que un hincha de Peñarol haya jugado en el club. Era una posibilidad que tal vez no iba a volver a tener en mi carrera, o no quería irme de mi país por perderme la posibilidad de jugar en un grande como Nacional”, explicó.

“La carrera del futbolista es muy corta y tener la oportunidad de jugar en los dos grandes no se da todos los días. Estoy contento de haber jugado en los dos y respeto a la gente que no está a favor de eso”, agregó Lores, quien cree que el mejor momento de su carrera fue entre 2015 y 2017 en el Pisa de la Serie B de Italia bajo la conducción de Gennaro Gattuso.