Llamó la atención desde un primer momento la cercanía que tenía la hinchada de Cerrito con la tribuna Ámsterdam, donde se encontraba el grueso de la hinchada de Peñarol.
Esto se dio por una mala planificación de las autoridades, ya que los parciales auriverdes debían colocarse en la Tribuna América sobre la Colombes, que se encontró vacía. Sin embargo, fueron llevados contra la popular mirasol.
Ambas hinchadas estuvieron separadas por unos pocos metros y guardias de seguridad, quienes no pudieron con todos los parciales que buscaron generar problemas de un lado y del otro.
Cuando se jugaba media hora de partido, comenzaron cánticos de ambos lados y, por consiguiente, las butacas empezaron a volar. Entre insultos y personas separando, un guardia resultó herido. Varios hinchas auriverdes decidieron moverse hacia el medio de la tribuna América.
No es nuevo que haya problemas entre hinchas de Peñarol y Cerrito, ya que en 2009, un parcial aurinegro resultó herido de bala después que una balacera al ómnibus donde viajaban. Previamente hubo incidentes.