Hinchas de Botafogo lamentan amenazas de sus pares de Peñarol y temen represalias

Aproximadamente 1.600 entradas vendió Botafogo de las 4.000 que tenía a disposición para sus hinchas de cara a la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores ante Peñarol. Sus fanáticos, muchos de los cuales ya estaban en Montevideo cuando se enteraron de que no se les permitirá el ingreso al estadio Campeón del Siglo, viven horas de incertidumbre y temor.

Según informó el portal Globo Esporte, los torcedores del Fogão están recibiendo “burlas, insultos racistas y hasta amenazas de muerte”, como una venganza por el calvario que pasaron los carboneros en Río de Janeiro. Mientras tanto, estiman la pérdida económica en 5.000 reales (aproximadamente 1.000 dólares) en caso de no poder concurrir al encuentro.

“Ya estamos aquí y no hay mucho que hacer. Es una pérdida enorme, absurda, pero también estamos inseguros”, dijo Antonio, quien no sabe si se sentirá “más seguro al no ir” ni si “garantizarán la seguridad en el estadio”.

“A pocas horas de llegar a Uruguay, un hincha que no será identificado en el reportaje vio su celular invadido por mensajes amenazantes y racistas. Lo llamaron ‘mono’. El remitente preguntó si había traído un chaleco antibalas porque, según el mensaje, ‘uno ya murió, y hoy morirá otro’”, agregó el mismo artículo de Globo Esporte, que optó por no publicar el contenido por considerarlo “agresivo y criminal”.

“Estoy un poco desanimado, me insultaron mucho y escuché amenazas que, aunque creo que son de boca, me hacen pensar: ‘¿Y si es verdad?’. Nada dirigido directamente a mí, pero esto lo reenvié a un grupo de amigos que vienen, y uno incluso prefirió no venir”, explicó un torcedor que viajó con su padre de 61 años.

Gustavo Chagas explicó que desde que puso un pie en el aeropuerto de Carrasco empezó a recibir provocaciones de hinchas carboneros. “‘Respeten que acá es Uruguay y se tienen que comportar. Ustedes empezaron la violencia allá y nosotros acá’, nos dijeron”, según el relato de la misma persona, quien más allá del perjuicio económico por no poder ir al partido, está “más preocupado por la integridad física”.

Otro hincha que pidió no ser identificado afirmó que “el nivel de seguridad es muy difícil”. “Evitamos hablar alto en portugués y ni siquiera trajimos una camiseta del Botafogo para salir a la calle. Aunque nos dejaran, me sentiría inseguro yendo”, agregó, y lamentó el “ambiente hostil” que plantean los uruguayos.

Marcos Fonseca, quien llegó el domingo “para disfrutar de la ciudad”, se enteró de la prohibición del ingreso a los visitantes a través de un grupo de WhatsApp, ya estando en Montevideo, y cree que “lo mejor es que la policía se refuerce y garantice la seguridad”. “No somos más de 2.000 hinchas que vinimos a aplaudir y celebrar una clasificación inédita para Botafogo. No es razonable que la policía no responda”, concluyó.