La
selección danesa agigantó su leyenda y conquistó su cuarta corona universal
consecutiva, una cifra nunca alcanzada por nadie, tras imponerse este domingo
por 32-26 a Croacia en la final del Mundial de Croacia, Dinamarca y Noruega,
disputada en Oslo.
Un triunfo que no por esperado, dada la superioridad del conjunto nórdico,
tiene menos mérito y que encumbra definitivamente a una generación, liderada
por el lateral Mathias Gidsel y el arquero Emil Nielsen, dispuesta a dominar
con puño de hierro este deporte durante muchos años.
Consciente de que su única posibilidad de lograr la victoria pasaba por llevar
el encuentro a un duelo en el que las emociones pesasen más que el juego, el
conjunto croata, tal y como ya ocurrió ante Francia en las semifinales, arrancó
la contienda con un punto de sobreexcitación.
Un
arbitraje a la altura de una final
Pero el Unity Arena de Oslo no es el Arena de Zagreb, ni los árbitros españoles
Ignacio García Serradilla y Andreu Marín Lorente son los alemanes Schulze y
Toennies, que permitieron que la semifinal entre croatas y franceses se
convirtiera, por momentos, en una batalla campal.
Así lo demostraron los cinco exclusiones, tres por el bando croata y dos por el
danés, y la tarjeta roja directa que vio el croata Marko Mamic, que los
árbitros españoles mostraron en el primer tiempo.
Rigor arbitral que permitió centrar el foco exclusivamente en el juego, una
materia en la que a día de Dinamarca se encuentra varios escalones no solo ya
sobre Croacia, sino sobre cualquier rival. Una diferencia de calidad que
personifica como nadie el lateral Mathias Gidsel, sin lugar a dudas el mejor
jugador del mundo, poseedor de un catálogo de recursos inagotables.
Cuatro goles de ventaja al descanso
Poco
importó que Gidsel, centrado en el arranque de partido en hacer jugar a sus
compañeros, tardase casi 13 minutos en firmar su primer gol, ya que una vez
abierta la cuenta el jugador danés, que cerró la contienda con 10 tantos, erró
un solo lanzamiento.
Pero Dinamarca no solo puede presumir de contar con el mejor jugador del mundo,
sino también el mejor arquero, el barcelonista Emil Nielsen, que a los seis
minutos contabilizaba un espectacular 75% de atajadas. Sus intervenciones permitieron
a los nórdicos abrir una rápida renta de tres goles (6-3), que obligaba a
Croacia a protagonizar una gesta su quería remontar.
Pero si un equipo ha mostrado en este Mundial una fe inquebrantable en sus
posibilidades ese es, sin ninguna duda, el croata, que liderado por un
excepcional Ivan Martinovic, autor de seis tantos, redujo su desventaja a tan
sólo un tanto 7-8.
Reacción con la que se encargó de acabar Emil Nielsen con dos atajadas a
lanzamientos del pívot Marin Sipic y Martinovic, que parecieron poner
definitivamente en marcha al rodillo danés, que al llegar al descanso ya
contaba con una renta de cuatro goles (12-16) en el marcador.
Segundo
tiempo: diferencia máxima de 10
Un anticipo de lo que ocurrió en el arranque de la segunda mitad, en la que los
de Nikolaj Jakobsen sentenciaron definitivamente la final con un parcial de 6-2
que situó a Dinamarca, que no ha perdido ni un sólo partido en los cuatro
últimos campeonatos del mundo, con una diferencia de ocho tantos (22-14).
Resultado que llevó a Croacia a arriesgar el todo por el todo con un ataque con
siete jugadores de campo que no pudo salir peor a los pupilos del islandés
Dagur Sigurdsson, que vieron crecer todavía más su desventaja (24-14).
Un marcador con el que Dinamarca pareció poner punto y final al partido, lo que
permitió a los croatas maquillar el marcador al que puso fin el central Domagoj
Duvnjak, que su último partido como internacional firmó el definitivo 32-26,
que coronó a Dinamarca como la mejor selección de todos los tiempos.
Ficha técnica
26 - Croacia: Kuzmanovic; Glavas (2, 1p), Maras (-), Susnja (-), Mamic (-),
Srna (-) y Jelinic (3) -equipo inicial- Pesic (ps), Duvnjak (1), Sostaric (5,
2p), Klarica (4), Simic (-), Srna (-), Karacic (2), Mamic (-), Lucin (1),
Martinovic (6), Sipic (2)
32 - Dinamarca: Nielsen; Kirkelokke (2), Gidsel (10), Lauge Schmidt (1),
Pytlick (4), Jakobsen (5, 3p) y Jorgensen (2) -equipo inicial- Green (ps),
Magnus Landin (1), Saugstrup (-), Mensah Larsen (-), Plogv Hansen (3), Siersbak
(-), Hald (-), Arnoldsen (-) y Madsen (4, 3p)
Marcador cada cinco minutos: 1-2, 1-4, 3-6, 7-8, 9-11 y 12-16 (Descanso) 13-20,
14-23, 16-25, 20-27, 23-29 y 26-32 (Final)
Árbitros: García Serradilla y Marín Lorente (España). Expulsaron con tarjeta
roja directa al jugador croata Marko Mamic (m.21) y por tres exclusiones al
también croata Zvonimir Srna (m.55)
Además excluyeron por dos minutos a Maras (2), Jelinic y Duvnjak por Croacia; y
a Kirkelokke, Saugstrup (2) y Magnus Landin por Dinamarca.
Incidencias: Final del Mundial de Croacia, Dinamarca y Noruega disputado en el
Unity Arena de Oslo ante 13.384 espectadores.
EFE / FútbolUy
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