El capitán de la selección uruguaya de handball, Nicolás Fabra, aseguró que la histórica primera participación mundialista dejó muchísimo, pero debe "ser el puntapié inicial para seguir creciendo".
Fabra, de 35 años de edad, realizó un balance de la actuación en Egipto con FútbolUy y mencionó: "fue todo aprendizaje y un premio al sacrificio, esfuerzo y ganas que le ponemos".
"Hace años venimos creciendo como equipo, jugadores y mejorando nuestro nivel, algo que nos llevó a clasificar al Mundial", expresó el jugador de Scuola Italiana: "trabajamos mucho en la previa, le metimos un montón en la preparación física y de cancha. También es cierto que la pandemia nos complicó en los últimos meses antes de viajar, donde nos cerraban las canchas, no nos dejaban entrenar en gimnasio cerrado y tuvimos que entrenar en la cancha abierta del Colegio Alemán".
Y recordó: "no fue nada fácil, te patinabas, no había piso de goma, el viento influía, la pelota con resina agarraba piedras. Es decir, condiciones adversas para entrenar, pero dimos el máximo hasta el final".
Potenciados
"En el Mundial nos cruzamos con ‘bestias' de este deporte", relató Fabra de la experiencia egipcia y mencionó: "te hacen sentir la diferencia en cada acción del partido, cada error se paga carísimo. Sabemos que hoy estamos lejos, pero con trabajo, ganas y mejorando todos los aspectos que son claves, ojalá, en un futuro nos podamos acercar".
"Esto tiene que ser un puntapié inicial", dijo afirmándose en sus dichos: "es desde aquí hacia arriba. Si bien lo sucedido fue importante, histórico, tenemos que buscar más para que crezca el handball en Uruguay. Jugamos contra los mejores y nos llevamos por momentos un golpe de realidad".
"El gran debe del handball y el deporte uruguayo es la infraestructura", reflexionó para explicar: "no puede ser que no tengamos un centro específico que se pueda utilizar para entrenar con las condiciones necesarias, como sucede en el resto de los países".
"Dependemos de la buena voluntad de los colegios o las autoridades para que te presten una cancha de 40x20 metros", mencionó y explicó: "eso nos atrasa y nos deja muy lejos del resto. La materia prima la tenemos, es decir, jugadores con ganas de entrenar, mejorar y hacer cosas importantes, pero si no somos capaces de darle un lugar donde desarrollar esas capacidades que ya tienen nunca se va a potenciar el deporte".
Por último, sobre la repercusión mediática de la actuación celeste en el Mundial de Egipto, finalizó diciendo: "es muy lindo que después de tantos años reconozcan el trabajo y las ganas que le metemos siendo un deporte amateur que se enfrentaba con bestias profesionales. Ojalá sirva para arrimar más gurises a jugar al handball y que anime a sponsors a sumarse, apostar y aportar para todos los días dar un paso más".