La Federación Uruguaya de Levantamiento de Pesas en tiempos de crisis sanitaria apostó a un camino diferente que implicó la apuesta a la selección nacional y transformar su sede en un centro de extremos cuidados sanitarios para que el deporte no pare.
Así lo narró su presidente, Julio Lezama, entrevistado por FútbolUy: "la idea se puso en práctica hace una semana, más o menos, mientras que el protocolo fue envíado a la Secretaria Nacional del Deporte en abril. Luego de estar un tiempo importante parados en una disciplina tan exigente como la nuestra, incluso prestando materiales para que se pudiera trabajar desde las casas, decidimos dar un paso más".
Contó que se apostó a utilizar la sede de la Federación como centro de entrenamientos para darle todas las condiciones necesarias: "con la finalidad absoluta de priorizar la salud de todos los deportistas"
"Allí entrenan únicamente los integrantes de la selección nacional", dijo Lezama que amplió: "tenemos nueve tarimas con las distancias necesarias y se otorgan horarios diferenciados para los entrenamientos, con tandas que fluctúan entre cuatro y cinco personas".
Control de temperatura a distancia, desinfección constante de los materiales, tarimas e instalaciones entre los turnos, tapabocas puestos hasta para entrenar y que solo se quitan al momento de levantar las pesas, además de distanciamiento social y vestuarios clausurados, son varias de las medidas que allí se aplican.
Testeo
La próxima apuesta de la Federación es la realización de un testeo el próximo 30 de mayo y que tiene como finalidad medir los avances de cada uno de los pesistas en este tiempo.
"La idea es que se lleve adelante en rondas con las tarimas individuales y que los jueces se vayan desplazando a cada una de ellas para controlar la tirada", explicó y dijo que además se desinfectará todo constantemente.
"Obviamente este testeo no cumple con las reglas de las competencias, pero si sirve para saber donde esta parado cada deportista e ir corrigiendo con vistas al futuro, termino diciendo.
Cabe destacar que la halterofilia aún mantiene esperanzas de clasificar a algún celeste a los Juegos Olímpicos, algo que implica la obtención de una marca mínima y además la colocación necesaria en el ranking de cada categoría.