El volante de Miramar Misiones Guzmán Pereira se refirió al particular momento que vivió en la tercera fecha del Apertura ante Cerro Largo, cuando cayó desmayado en pleno partido, y el camino posterior que está recorriendo.

Pereira, entrevistado en Minuto 1 (Carve Deportiva, 10.10 AM), recordó el momento y dijo: “Fue un mareo repentino, al punto del desmayo. Comenzamos los estudios médicos el año pasado, que había tenido una situación parecida, quizás peor, porque me lastimé la cara en la caída [cuando actuaba en la Segunda División]”.

“En 14 días hicimos distintos estudios para descartar todo lo grave y sacar lo que tiene solución a largo o corto plazo, pero buscando agarrar hábitos para evitar cosas que pueden generar ansiedad o estrés, que pueden hacer que me baje la presión. Descartamos lo grave como la muerte súbita y otras cosas malas”, comentó el jugador formado en Montevideo Wanderers.

Una de las pautas sobre las que está trabajando es la salud metal: “Los médicos no te lo dicen, pero te lo dicen: que uno baje la pelota al piso, que tome las cosas con más tranquilidad. Al futbolista es difícil decirle que cambie de un día para el otro, es un trabajo a largo plazo. Hay gente que no lo entiende. Miramar se merece todo mi respeto y la misma entrega que tuve en los demás clubes”.

Un factor común entre los dos desmayos fue que sucedieron en el Parque Palermo: “Hablamos con especialistas que esa cancha me genera cierto pensamiento de volver el tiempo atrás, al ser donde pasaron esas dos situaciones. Es un trabajo a largo plazo, de sacar esos pensamientos, manejar esas situaciones. Había manejado lo de tener hielo en la mano para sacar esos pensamientos, que me lo dijo gente que pasó por lo mismo. Hoy estamos buscando esas herramientas para disfrutar lo antes posible de jugar al fútbol, que es lo que me gusta”.

Si bien los exámenes marcaron que estaba apto y saludable, por momentos la opción del retiro se cruza por sus pensamientos: “Uno sí se lo plantea, porque la pelea esa constante con esto, hay días que cansa. No te deja disfrutar ni entrenar como te gustaría, te saca cosas que antes hacías de forma normal. Es una pelea más que nada conmigo mismo; tengo que encontrar herramientas, volver a sentirme bien y disfrutar de esto”.