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El atleta Gonzalo Gervasini fue la gran figura de la delegación uruguaya que nos representó en los Juegos Sudamericanos de la Juventud (14 a 18 años) que se realizaron en Rosario, ganando la medalla de oro en los 1500 y 800 metros llanos, dos de las tres preseas de ese color que obtuvo nuestro país.
Gervasini, nacido en Sayago pero hijo prodigo de El Colorado, Canelones, con tan solo 16 años, sorprendió al continente en un deporte al que arribó tras pasar por la natación y el fútbol.
“Con 13 años comencé en la natación donde competía en los 50 y 100 metros espalda por el club Solís de Las Piedras e incluso llegué a competir en el exterior representando a Uruguay”, recordó el joven deportista a FútbolUy y explicó: “un día se cayó el techo del club y estuvo cerrado un tiempo y ahí decidí probarme en el fútbol”.
Juventud de Las Piedras fue el club elegido donde además fue seleccionado: “como lateral derecho. Allí estuve un tiempo en la séptima, pero no me sentía cómodo, como que no estaba en lo mío y dejé”.
El quiebre que lo llevó al atletismo llegó meses después cuando decidió correr una prueba de 5 kilómetros de la Agrupación de Atletas del Uruguay: “allí, sin entrenar ni una preparación específica, quedé tercero en la general corriendo en 16’. Unos entrenadores que estaban en la competencia me vieron, me dijeron que tenía condiciones y me plantearon para que comenzara en esta actividad”.
Un Mañana diferente
“Mi hermano conocía a Martín Mañana (su actual entrenador) y se contactó con él”, contó Gervasini sobre los inicios de una dupla que con el tiempo cosechó muchos éxitos: “él me planteó si quería competir por salud o alto rendimiento y yo me decanté por lo segundo”.
“En el primer entrenamiento me hizo hacer tres pasadas de 1000 metros que cronometré por debajo de los tres minutos”, contó el atleta, algo que el entrenador nos comentó: “había visto pocas veces”.
Los dos se convencieron que cumpliendo una planificación precisa y haciendo las cosas bien, Gonzalo estaba para grandes logros, aunque luego llegó el parate competitivo por la pandemia. “Allí entrenamos muy duro, con las posibilidades que teníamos al alcance para volver con todo a las pistas”, comentó el atleta de 16 años.
El mediofondista abrió los ojos de todo la familia de este deporte en el Campeonato Nacional 2021, donde fue tercero en los 1500 metros detrás de Santiago Catrofe (quien posee el récord absoluto en la distancia y peleó por la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio) y Eduardo Gregorio, batiendo además las marcas regente en sub-18: “fue como un espaldarazo”.
Este fue el punto de partidas para cosechar logros de magnitud internacional como la medalla de oro en dicha prueba en el Sudamericano sub-18 de Encarnación, Paraguay, así como competir regalando edad en las citas continentales sub-20 y sub-23.
Rosario siempre estuvo cerca
Este 2022 lo inició de forma diferente, haciendo una pretemporada de varios días en la altura de Cachi, Argentina, sabiendo que sería un año de muchos desafíos entre ellos los Juegos Sudamericanos de la Juventud de Rosario.
“Sabía que tenía el peso de ser favorito a las medallas, algo que además trabajé con el psicólogo Daniel García”, contó Gervasini y amplió: “antes de correr los 1500 estaba bastante nervioso, sabiendo de la responsabilidad. Salí a la pista y dejé todo, algo que me llevó a ganar la prueba”.
Con un oro adentro, fue por más, ya con otra soltura: “para los 800 metros me liberé, Martín (Mañana) me dijo que disfrutara la carrera y así lo hice, al punto que la corrí toda adelante hasta cruzar la meta”.
Con dos preseas doradas en el bolsillo, hizo que el himno uruguayo sonara fuerte en dos ocasiones en Santa Fe, algo que explicó: “es inolvidable. Es de los momentos más lindos que me tocó vivir, estaba muy emocionado por todo lo que significa”.
Durante la charla también hizo un punto y aparte para destacar a sus compañeros de entrenamientos como los olímpicos Nicolás y Martín Cuestas o Déborah Rodríguez: “ellos siempre me aconsejan, me cuentan y preparan para lo que voy a vivir en cada cita y todo lo que me dicen luego es tal cual me habían dicho”.
“Mi sueño, apuntando bien alto, es llegar a una final olímpica. Es lo que siempre quise desde que nadaba”, cerró Gervasini y comentó: “la idea es pelar por estar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, al punto que tengo un poster de los mismos en el dormitorio y todos los días lo miro como motivación de donde está el premio grande”.
Este 2022 lo espera con una agenda apretada que incluye el Panamericano y Mundial sub-20, el Sudamericano sub-18 (donde va por revalidar el título) y el Sudamericano sub-23.
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