“Estoy muy contento por haber sido campeones con este grupo y por lo que luchamos. Es un momento especial en el mundo y quedaremos en la historia por haber sido los campeones de la pandemia. No es un campeonato cualquiera”, señaló Leandro García Morales tras el título de Aguada, lo que le dio a nivel mental “un poco de liberación”.
“Estoy seguro de que el trabajo que hemos hecho todo este tiempo de pandemia, que ha sido dificilísimo, sobre el final nos dio resultados. Entiendo que todos los equipos le buscaron la vuelta, pero yo sé que nosotros dimos un extra para estar donde estamos”, valoró. “A festejar dos o tres ligas y ahora ya a pensar en la próxima Liga”, añadió el escolta de 40 años.
“No lo digo por mí, que no estaba el año pasado, pero todos sabemos lo difícil que es repetir un campeonato. Una de las cosas más difíciles del básquetbol es ganar, y algo más difícil es volver a ganar. Es una frase que nos ha dicho siempre el gran Che García”, recordó García Morales, quien ganó las seis series finales de Liga Uruguaya que disputó.
“Me pone contento por Dwayne Davis, que no pudo estar el año pasado en las finales. Si bien fue parte del equipo campeón, sintió que no había terminado el trabajo y nos pidió ganar esta Liga. Hoy fue campeón, ganó el premio MVP y en muchos momentos se cargó al equipo en sus hombros”, destacó el goleador rojiverde.
Ganó dos Ligas con Biguá, dos con Hebraica y Macabi y ahora la segunda con Aguada, que tiene un condimento especial por ser la primera después del accidente que casi le cuesta la vida el 30 de enero de 2019 en Argentina, donde otra persona falleció. “De manera personal, siento que estoy regalado en esta vida por lo que todos ya saben”, reconoció.
Por eso no sorprendió el emocionado abrazo que captaron las cámaras de VTV al cabo del partido con su amigo Federico Bavosi, con quien anhelaba ese festejo desde hace siete años. “Lo tenía pendiente desde 2014 cuando él llegó a Aguada y veníamos de ser campeones. No se nos pudo dar”, recordó.
“Perdimos la final de la Liga Sudamericana y llegamos al Final Four de la Liga de las Américas (temporada 2013/14), pero no se nos dio. Es uno de los grandes amigos que me ha dado el básquetbol y teníamos esto pendiente. Más allá de lo que es el básquetbol, tenemos una amistad muy grande por fuera. Estoy muy feliz por él, por el momento que está viviendo junto con Daniela y los mellizos que tuvieron. Se juntaron todas las emociones”, explicó.
Otro aspecto emotivo fue la dedicatoria para su hija Josefina, quien cumplió años este viernes pero por estar en burbuja y a la espera del partido con Trouville no pudo verla. “Es la primera persona en la que pienso desde que me levanto. Todo lo que hago es por y para ella. Es lo que me va quedando de familia. Perdí a mis padres hace poco. Es una lástima no poder estar con ella hoy, pero le dedico el campeonato”, concluyó.