El portugués Fernando Santos, técnico del equipo nacional luso hasta que
cayó en los cuartos de final del Mundial de Catar 2022, fue presentado este
martes como nuevo seleccionador de Polonia, cargo en el que releva a Czeslaw
Michniewicz, con la esperanza de encontrar la estabilidad.
El profesional lisboeta, de 68 años, se expresó en su idioma
durante la presentación y se mostró partidario del “trabajo duro” y la
comunicación con el equipo, además de aclarar que “sin jugadores no hay
entrenador y viceversa”.
Precisamente su habilidad para sacar lo mejor de las grandes
individualidades fue uno de los factores que más valoraron los polacos para
ponerle al frente de la selección, un dato que reconoció el propio Santos.
“Afortunadamente, siempre he entrenado a grandes jugadores”,
explicó Santos, y agregó; “cada uno tiene su propia mentalidad y personalidad y
el selector debe saber combinarlas”. Pero, aclaró: “Durante los entrenamientos,
yo estoy a cargo, los jugadores tienen que respetar eso y siempre lo han hecho”.
El énfasis en la defensa, una de las señas de identidad del
portugués, continuará siendo importante en su etapa polaca. “Si no ponemos
buenos cimientos y construimos una casa sólida, la casa se derrumbará. Y la
defensa es la base”, explicó.
Aunque prometió instalarse en Varsovia y “ser un polaco más”,
Santos no regresará a Polonia hasta febrero, cuando lo hará acompañado por su
equipo técnico, y el 24 de marzo tendrá su debut oficial frente a la República
Checa en el primer partido clasificatorio para la Eurocopa de 2024.
Desde ese momento, todos los esfuerzos se centrarán en lograr
la clasificación para la Eurocopa del año que viene que se disputará en
Alemania, tal como indicó el presidente de la Federación polaca, Cezary Kulesza.
“El contrato con Santos tiene dos ciclos: el primero va hasta
la Eurocopa 2024 y el segundo hasta la Copa del Mundo 2026. Es lo mejor para
ambas partes”, explicó el presidente.
Al contrario de lo que ocurrió con su antecesor en el cargo,
Czeslaw Michniewicz, la buena comunicación con el plantel, la prensa y la
afición no parece que será un problema con la llegada de Santos, quien está
acostumbrado aceptar críticas y ventilarlas en el terreno de juego.
En una clara alusión al descontento de Robert Lewandowski
durante la gestión de Michniewicz, Santos subrayó que tratará de que no vuelva
a darse ese problema y prometió “devolver alegría” a la “familia” formada por
los jugadores, además de asegurar que “son los clubes trabajan más el aspecto
físico” de los futbolistas, pero “en la selección son aún más importantes las
cuestiones mentales” y emocionales.
Santos tambén rechazó juzgar el trabajo de Paulo Sousa, que
precedió a Michniewicz y pegó la espantada de la selección polaca poco antes
del Mundial de Catar para hacerse con el Flamengo y actualmente se encuentra
sin club.
Santos viene de llevar las riendas de la selección lusa
durante los últimos ocho años y sus mayores éxitos fueron el título de la
Eurocopa en 2016 y la Liga de las Naciones de 2019, pero el fiasco sufrido con
la derrota en Catar ante Marruecos y la decisión de sentar a Cristiano Ronaldo
en el banquillo terminaron por decidir su nuevo rumbo profesional.
Por su parte, la selección polaca atraviesa una especie de
travesía en el desierto desde hace años, y a pesar de la calidad de Lewandowski
y sus compañeros, la falta de una buena dirección técnica ha frustrado las
aspiraciones de hacer historia en grandes torneos. En Catar 2022 cayó en
octavos de final ante Francia (3-1) después de una participación discreta en la
que el delantero del Barcelona apenas pudo brillar, víctima de planteamientos
demasiados conservadores.
“Quiero hacer en Polonia lo que hice en Grecia y Portugal.
Quiero dejar un legado, algo para el futuro (...) quiero sentar las bases para
una nueva selección, centrándome también en las selecciones juveniles”, declaró
el portugués.
EFE / FútbolUy