Irlanda hizo su debut absoluto en la Copa del Mundo femenina de la FIFA este jueves en la mañana uruguaya, cuando cayó 1-0 frente a Australia en Sídney. Un gol de penal de Stephanie Catley a los 52’ dejó sin nada a las dirigidas por la neerlandesa Vera Pauw.
Esa falta, bien pitada por la brasileña Edina Alves Batista, fue cometida por la atacante Marissa Sheva, quien empujó claramente a Hayley Raso y le dio la chance al conjunto local de abrir la cuenta en un partido que estaba muy parejo.
Sheva, mediocampista de 26 años que milita en el Washington Spirit de la National Women’s Soccer League (máxima categoría de Estados Unidos), fue sustituida a los 63’ y luego rompió en llanto en el banco de suplentes. Las compañeras terminaron consolándola.
Las irlandesas tendrán una nueva posibilidad de sumar sus primeros puntos en la historia mundialista el próximo miércoles a las 9 horas de Uruguay, cuando enfrenten a Canadá, y luego se toparán con Nigeria el lunes 31 de julio a las 7.