Felipe Carballo: “Tenía chances de irme y me quedé en Nacional para jugar con Suárez”

“Hicimos un año extraordinario. El buen rendimiento de todos hizo que nos potenciáramos y pudiéramos ser campeones”, destacó Felipe Carballo, a modo de balance de lo que fue el año del Nacional campeón uruguayo 2022, en diálogo con el programa Último al arco de Sport 890, y valoró haberse encontrado “más maduro futbolística y mentalmente”.

“Tuve mucha continuidad, jugué prácticamente todos los partidos que estuve disponible y me ayudó no tener lesiones que me tuvieran mucho tiempo afuera. Tuve suerte en ese sentido. Tener confianza del cuerpo técnico y, sobre todo, de mis compañeros, que me apoyaban y confiaban en mí, fue fundamental”, comentó sobre su rendimiento individual.

Consideró además que su fútbol “es más vistoso cuando el equipo tiene la pelota”. “Es lo que más disfruto. Cuando mi rol es más generar juego que marcar, se ven más mis virtudes”, destacó, y valoró de Pablo Repetto que le dio “libertad para jugar cuando Nacional tiene la pelota y cuando no la tiene”. “Es el mayor mérito de él en mí, porque lo táctico lo entiendo bastante y me preocupo por aprenderlo, y a veces lo que necesito es la libertad”, explicó.

Las críticas “sin sentido” que lo afectaron

“Tener continuidad te ayuda a tener confianza. Pese a que en el arranque del año recibimos más críticas que cosas buenas, y eso a veces te puede hacer bajar la confianza y la de todo el equipo, por suerte pudimos mantenerla y al final del año se notó todo eso”, comentó, y profundizó sobre el concepto de esas críticas, reconociendo que lo afectaron “mucho, sobre todo el principio del año”.

“Recibíamos críticas desmedidas y sin ningún sentido de periodistas e hinchas. En lo personal, la pasé mal. A veces me encerraba una semana en mi casa hasta el siguiente partido. Ahí por suerte tuve a mi familia y a mis amigos, que me apoyaron en todo momento y me hicieron salir de mi casa y hacer cosas para distraerme. Me di cuenta que eso era más importante que quedarme en mi casa encerrado y pensando qué hacer y qué mejorar”, señaló.

“Era peor porque no salía de esa burbuja. Esos primeros meses la pasé bastante mal, pero por suerte después pude repuntar en ese sentido gracias a mi familia y mis amigos, que me hicieron darme cuenta de ese tipo de cosas”, indicó.

“Se decía que no había referentes. Quedó demostrado que era todo lo contrario”

“Lo que a todos nos afectó, porque era algo que no sentíamos, era que se hablara tanto de parte de la prensa y los hinchas que este Nacional no tenía referentes o que era tibio. Quedó demostrado que era todo lo contrario, pero los que estábamos en la interna lo sabíamos”, expresó.

Carballo considera que esas voces se apagaron cuando los resultados empezaron a darse. “Se jugaba bien, pero no se ganaba. Hubo un partido con Wanderers con tres o cuatro pelotas en los palo (2-2 en el Parque Viera) y a veces los resultados no acompañaban. El fútbol es muy resultadista, pero nosotros confiábamos en lo que hacíamos. Una vez que empezamos a ganar, cambió el aire”, valoró.

“El grupo está lleno de referentes y, sobre todo, de referentes que son buena gente y te ayudan en todo sentido. No en el clásico ‘hay que meter’, sino en cosas que no se ven afuera y son las más importantes. Por eso también se logró el objetivo, porque al fin y al cabo la buena gente siempre triunfa”, ponderó.

“En el vestuario está el Chino [Sergio Rochet], el que todos vemos y un excelente capitán, y gente que desde su rol aporta. Hay compañeros que no estuvieron citados en muchos partidos y ayudan desde otra perspectiva. Los referentes son esos, no solo lo que se ve en la cancha. Los referentes están en el vestuario, en el día a día y en lo cotidiano, y este plantel está lleno de esos”, destacó.

El gesto de Suárez y sus ganas de quedarse para jugar con él

Carballo valoró que Luis Suárez le haya dicho cuando llegó que él seguía siendo el segundo capitán del equipo, y se mostró “emocionado” por los elogios que le dedicó en las últimas semanas. “Que un jugador de la talla de él hable tan bien de uno, te deja muy contento e impactado”, dijo, y recordó que se quedó en el club para poder jugar con el salteño.

“Tenía posibilidades de irme y, un día antes del partido que perdimos con Deportivo Maldonado en el Campus, me llamó mi representante y me dijo que las ofertas las tenía que decidir en ese momento porque se acababa el período de pases. Ahí le dije que quería quedarme a jugar con Suárez y ser campeón. Por suerte se dio todo así. Capaz que Luis se está enterando de esto ahora”, comentó.

Carballo contó que Suárez “potencia en muchas cosas a todos”. “En la cancha se ve, pero en los entrenamientos tenés que estar siempre atento. No se despista ni un minuto y cuando hacés una mal te lo dice, pero en buen sentido, para que lo mejores. Te está pinchando para que estés alerta. Te hace estar 100% concentrado en una práctica y eso se transmite después en un partido, donde estás siempre enfocado y queriendo ganar siempre”, agregó.

El futuro y la selección

Consultado por sus chances de emigrar, dijo que prefiere mantenerse al margen y que lo maneje Pablo Boselli, su representante. “No sé si me voy sí o sí, porque la oferta que llegue tiene que gustarme a mí y que a Nacional le sirva. No me voy a cualquier equipo ni solo a ganar plata. Yo, como todos saben, estoy muy contento acá. No es que tenga que irme sí o sí, pero sé que existen las posibilidades. Si me quedo lo haré con mucho gusto porque Nacional es mi casa y porque sé que, como acá, posiblemente no esté en ningún lugar”, contó.

Respecto a la selección, donde entrenó este martes de mañana por primera vez, dijo que significó “una alegría impresionante”. “Lo viví con nervios por estar ahí, por conocer la gente y presentarme. Traté de disfrutar el momento y aprovechar lo que me está pasando. Supongo que con el correr de los días bajarán esos nervios y será todo alegría y disfrute”, reconoció. “Es todo muy de repente y parece que estuviera soñando”, añadió.

Sobre sus chances de disputar la Copa del Mundo, dijo que “la ambición de estar, está siempre”. “Una vez que dieron la lista creía que se podía y ahora que estamos entrenando nos acerca un poco más. Ya el hecho de estar ahí y de integrar esa lista es un orgullo enorme y una satisfacción tremenda, pero no hay que conformarse con eso. Voy a seguir entrenando al mango para ver si se puede estar en Catar”, concluyó.