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Federico Valverde fue el invitado de El juego sagrado, un ciclo de entrevistas que está realizando la Conmebol en la previa de la Copa del Mundo. Pero lo más curioso es que lo entrevistó Mina Bonino, su esposa, que es periodista, además de Cecilio Flematti.

“La madurez que fui agarrando con los años, de compartir vestuario con estrellas, te hace abrir la cabeza”, comenzó diciendo sobre el salto que dio en su carrera en las últimas temporadas. “Pienso en entrenar, trabajar bien y en jugar para llegar bien al Mundial”, siguió.

“Personalmente me ayudó muchísimo” Diego Alonso. “El día de la charla en casa me hizo abrir la cabeza, me hizo pensar más positivo, más ganador y creerme más del jugador que soy. El escucharlo te llena de ilusión por ganar una Copa del Mundo y te llena de orgullo”, contó.

“El Tornado me dice ‘querés hacer más cosas de las que debés’, y es así. Hay veces que quiero hacer todo, pero no porque me crea el más importante, sino porque quiero colaborar en todos los aspectos, pero a veces perjudico”, dijo, y añadió: “Me dijo ‘si estás en el Madrid es por algo, hace lo mismo en la selección. Disfrutalo’”.

“En el medio es donde más puedo demostrar mis cualidades, en defensa y en ataque”, afirmó el volante. “Cuando jugas en el medio sos como un niño libre, cumplís muchas cosas, pero a la vez estás libre, tratás de disfrutar y ayudar”, apuntó.

Con respecto al Mundial de Catar, aseguró que “Argentina y Brasil son siempre favoritos, tienen equipo para hacerlo. Hoy por hoy tienen mucha motivación. Nosotros vamos a dejar al país lo más alto posible y luchar por la Copa del Mundo”.

“Es un grupo muy difícil y peligroso”, dijo sobre los rivales de Uruguay. “Podes clasificar primero o quedar último, es una trampa. Tenemos que mostrar nuestras armas, trabajar con sacrificio y humildad, demostrar por qué estamos en el Mundial y plantarles cara”, comentó, y aseguró que sueña con “ser campeón del mundo”.