Dejó de existir este martes un personaje pintoresco, querido y ganador en el fútbol: Luis Garisto.
Nacido en Montevideo el 3 de diciembre de 1945, supo ser campeón de América con Independiente y disputó una Copa del Mundo con la selección uruguaya, cuya casaca defendió en cinco oportunidades. En Alemania 1974 fue titular ante Bulgaria (1-1) y Suecia (0-3).
Se inició en Racing, en 1961 pasó a Defensor Sporting y al año siguiente a Sud América, club al que defendió hasta 1969. Del equipo buzón fue transferido a Independiente, donde fue campeón de América en 1972 y 1973. Entre 1974 y 1975 jugó en Peñarol, siendo campeón uruguayo los dos años, y en 1976 partió al Cobreloa de Chile, donde se retiró en 1978.
Como director técnico empezó en Rampla Juniors en 1980 y en 1984 dirigió a Nacional, sustituyendo en el cargo a Víctor Espárrago. En 1985 llegó en su lugar Ildo Maneiro, y ese año inició un periplo de 20 años en el exterior.
Tras pasar por Gimnasia y Estudiantes de La Plata, Unión de Santa Fe, Atlas y Toluca de México, Banfield, Cobreloa (campeón en 2003) e Instituto de Córdoba, llegó a Peñarol en 2006, año difícil para los aurinegros por la quita de 12 puntos por el asesinato del hincha de Cerro Héctor da Cunha. Luego dirigió a Central Español en 2009.