El entrenador sueco de fútbol Sven-Göran Eriksson falleció este lunes a los 76 años, luego de luchar algunos meses con un cáncer de páncreas, según informó este lunes la cadena pública Televisión de Suecia (SVT).

“Al final todo fue muy rápido. Esta mañana falleció en su casa, rodeado por su familia”, dijo a SVT su agente, Bo Gustavsson, el encargado de confirmar una noticia que no sorprende, dado que el propio Eriksson había revelado en enero que su enfermedad era incurable. Luego, su familia confirmó el fallecimiento y pidió “respeto, privacidad y no ser contactada en estos momentos”.

“En el mejor de los casos, me queda un año. En el peor, algo menos”, había dicho Eriksson en una entrevista radial, meses después de haber renunciado por razones de salud a su cargo de director deportivo del Karlstad, un modesto club en el que cerró una extensa carrera.

Eriksson empezó a dirigir en 1977, con apenas 29 años, dos después de haberse retirado como jugador. Trabajó en Degerfors y Goteborg de su país hasta 1982. Tras ganar la liga y una Copa UEFA en Goteborg, hizo el resto de la trayectoria afuera, entre equipos de Portugal, Italia, Inglaterra y China. Además, condujo las selecciones de Inglaterra (fue el primer extranjero en dirigirla), México, Costa de Marfil y Filipinas.

Entre los clubes más prestigiosos por los que pasó están Benfica, Roma, Lazio, Fiorentina, Manchester City y Leicester City.

Desde que su enfermedad se hizo pública, Eriksson recibió muchos homenajes, tanto en su país como en otros donde trabajó. En los últimos días dejó un mensaje de despedida, grabado para un documental: “No se arrepientan. Sonrían. Gracias por todo, entrenadores, jugadores y público. Ha sido fantástico. Cuídense y cuiden su vida. ¡Y vívanla! Adiós”.