El pasado miércoles, Durazno FC, equipo de la Primera División Amateur, fue protagonista del primer batacazo de la historia de la Copa AUF Uruguay tras derrotar, como local en el Estadio Silvestre Octavio Landoni, a Cerro.
Uno de los goles lo anotó Facundo Samaniego, volante de 23 años que jugó toda su vida en el fútbol local del departamento. FútbolUy se contactó con él y, tras una extensa charla, nos contó su historia.
Con respecto al partido dijo que "sabíamos que íbamos a jugar contra un gran rival, las emociones son otras y, por suerte, pudimos lograr el objetivo". Se mostró "muy feliz" y destacó que "uno viene al trabajo y toda la gente felicitándote. Eso genera el interior y el fútbol".
"Para uno que siempre estuvo en el entorno de Durazno, siempre jugando acá, ya jugar en la C, que es amateur pero ya metiéndose en el profesionalismo, se vive distinto", afirmó. "Jugar contra un cuadro que veíamos en la tele, con grandes jugadores como Tabaré Viudez, ¡tas loco! Marcarlo ya era muy emocionante, se vive distinto", contó.
Aseguró que "la gente en Durazno es muy futbolera" y "siempre apoya a la selección y toma al Durazno FC como propio, como si fuera la selección". "Por suerte pude anotar, se me dio después de tanto buscarlo y gritarlo con toda esa gente que nos fue a ver fue muy emocionante", señaló.
Su carrera
Se inició "como todo gurí del interior". "Mi padre me llevó a Sportivo Yí y, por suerte, pude seguir en el club", comentó. Además, contó que se les "dio un hecho histórico; el año pasado salimos campeones de la Liga de Durazno tras 43 años, así que ya vengo recontento porque soy hincha".
"En inferiores jugaba de delantero, después pasé a jugar de enganche y después me acostumbré a jugar de 5", explicó Facundo, quien fue uno de los jugadores más destacados del partido ante Cerro.
El año pasado también lo "citan por primera vez a la selección de Durazno, ya estaba muy contento por formar parte del plantel, pero se me dio entrar en el once, lo hice de gran manera y por eso me llamó Ramiro [Martínez] para Durazno".
Sobre el proyecto de Durazno FC, explicó que "Ramiro me contacta cuando estaba en la selección, me dice como era, que iban a apostar por jugadores, que no era nada de otro mundo, que no iban a apostar a salir campeones el primer año, que iban paso a paso y me convenció, hablé con mi familia, me dieron para adelante y, por suerte, se dio y acá está", apuntó el joven duraznense.
"El 80 % del cuadro son de Durazno, creo que hay seis jugadores de Montevideo y Canelones, pero todos somos de acá de Durazno y los hicimos hacer sentir uno más, que sientan el cariño de Durazno", apuntó sobre el plantel.
Una historia única
"Soy pistero hace cinco años de la Ancap de la entrada de la ciudad", explicó, y aseguró que "es medio complicado" porque "cuando jugaba acá en Durazno tenía que cambiar con los compañeros porque a veces no podía entrenar por el horario".
"Tenía que pedirle a algún compañero para ir a jugar y, por suerte, los compañeros siempre me dieron para adelante", ahondó. "Cuando se me dio la oportunidad de la selección arreglé con la encargada, y la verdad que le debo mucho a ella porque me arreglaba para poder estar. Y ahora con Durazno también, es muy futbolera, siempre va a mirar", explicó Samaniego.
Dijo que "por suerte los compañeros han sabido entender" porque a veces juegan los domingos y "alguno se puede molestar porque me toca irme" y no trabajar.
"Mi familia es futbolera", afirmó, y además dijo que su padre, ya fallecido según nos contó, "fue un gran jugador acá en Durazno". Dejó "el apellido ya marcado acá y, por suerte, mi hermana y mi hermano siempre me dieron para adelante, y mi vieja también ha sabido entender".
Entre risas explicó que su madre "a veces se enoja por el tema de que ‘te pegan una patada y vas a faltar a trabajar’ y que ‘si te pegan una patada vas a perder el trabajo’, pero siempre me está dando para adelante".
"Siempre me dice que no vaya a perder el trabajo por ir al fútbol o que no vaya a pedir médica por una patada porque el trabajo es lo más importante que tenemos", aseguró. Comentó que "por suerte se está dando con Durazno y, si Dios quiere, ya podré dejar el trabajo y brindarle algo a mi vieja", agregó.
"Nunca tuve la oportunidad de ir a algún club" de Montevideo. Jugar profesionalmente "es el sueño que uno tiene de niño" y "ojalá que se dé", pero, de momento, va a "seguir trabajando tranquilamente y humildemente para que puedan llegar esos logros".
Entra a trabajar "todos los días a las 5 de la mañana" y "a veces es cansador, los inviernos te matan acá en la pista porque es todo abierto". El día posterior al partido de Copa entró a las 14:00 porque tuvo "que cambiar porque terminamos tarde el partido. No me quería dormir y que me sancionaran, pero el día del partido sí entré a las 5 de la mañana y salí a la 1. Fui a mi casa, descansé un rato y arranqué para el estadio", contó.
El proyecto que le cambió la vida
"Ramiro nos explicó que esto es más para sacar jugadores, que jugando en Montevideo te van a ir a ver diferentes personas, pero ahora nosotros estamos más mentalizados en ascender que en mirar para afuera quién nos está viendo", comentó el volante.
Agregó que "eso también va en la cabecita de cada uno", pero lo están "haciendo de gran manera" y "ojalá se dé la oportunidad de que alguno me mire y me lleve, pero estoy tranquilo", siguió.
Jugar en AUF "te cambia mucho". Los "profes te dicen que te alimentes bien" y "ahora nos están dando vitaminas para ayudarnos". "Lo que me faltaría a mí es un poquito de físico porque no hago pesas", señaló.
Destacó que nunca lo hizo "porque no me da el horario para hacer", pero "lo estuve hablando con mi familia y con Ramiro para dejar un poco de trabajo así podía meter doble horario para fortalecerme", continuó, y añadió: "Creo que es lo mejor para mí, pero lo estamos hablando con la familia para ver si se puede y voy a apostar todas las fichas en eso, a ver si se me da la oportunidad de irme o seguir con Durazno y poder avanzar a la B".
"Siento el apoyo de toda la gente que viene a cargar acá", dijo muy emocionado, y contó que le dicen "‘muy bien flaco, jugaste muy bien’ o ‘¿cómo estás para hoy?’ o ‘hoy te vamos a ir a ver’". Le dan la mano y "a veces te los quedas mirando y te dicen ‘felicitaciones’. La gente siempre lo sintió así y es una manera distinta de vivir el fútbol de interior. Por suerte han apoyado de gran manera", aseveró.
"Estoy a préstamo del Sportivo allí, creo que la gran mayoría está en esta situación, y por suerte no complicaron para nada los clubes, así que vamos a seguir ahí", siguió Samaniego, quien tiene "mucho futuro", según personas cercanas al club.
Un ídolo
Diego Forlán, gerenciador del club, "ha estado en el vestuario con nosotros. Cuando nos tocó jugar en Montevideo él estaba en la tribuna y nosotros sentimos el apoyo de ellos, que nos están siguiendo a todos".
"El primer partido que jugamos de local apareció, jugué un gran partido, por lo que me dijeron los compañeros, se me acerca y me dice: ‘Buen partido flaco, ¿estás bien?’ Imagínate lo que fue para mí, se lo conté a todo el mundo y ayer también estaba allí y nos abrazamos", contó muy emocionado Facundo.
Añadió: "Me felicitó por el partido que hice". Además, habló "bien de los jugadores en una nota" y "la verdad que eso emociona, da para afrontar lo que viene sabiendo que se tiene el apoyo de un grande".