La Comisión de Disciplina de la FIFA desestimó el reclamo presentado por Francia por el gol anulado a Antoine Griezmann, en el descuento del tercer partido de la fase de grupos contra Túnez, que habría supuesto el empate (1-1). La decisión fue comunicada por la FIFA, que no dio ningún detalle sobre el motivo del rechazo.

Francia consideraba que la decisión del árbitro neozelandés Matthew Conger de anular el gol a instancias del VAR era irregular, ya que fue tomada después de que Túnez ya hubiera sacado de centro e, incluso, de que él hubiera pitado el final del partido.

En su argumentación, la Federación Francesa de Fútbol (FFF) estimaba que, según el reglamento, solo puede intervenir el VAR después de que se haya sacado de centro en casos muy específicos: "Para efectuar un análisis en caso de identidad errónea o infracción susceptible de expulsión (violencia, escupir, mordedura, palabras o actos hirientes, groseros o injuriosos)".

El resultado, que supuso la primera derrota de Francia en un Mundial desde los cuartos de final del Mundial de Brasil contra Alemania, no tuvo incidencia en la competición, ya que Francia acabó primera de su grupo, mientras que Túnez quedó eliminada.