La FIFA abrió un proceso disciplinario contra las federaciones brasileña (CBF) y argentina (AFA) después de los enfrentamientos entre hinchas, que retrasaron el martes casi 30 minutos el inicio del clásico entre Brasil-Argentina del pasado martes por la sexta fecha de las Eliminatorias rumbo al Mundial de 2026 en Maracaná.
La institución mundial reprocha a Brasil, anfitrión del partido en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, una “potencial violación del artículo 17” de su código disciplinario, que regula el orden y seguridad de los partidos. Los argentinos, por su parte, responderán a posibles infracciones de los artículos 17.2 (comportamiento inapropiado de aficionados) y 14.5 (inicio de partido retrasado).
Las dos selecciones se arriesgan a multas y a partidos internacionales con cierre parcial o total de sus estadios, las dos sanciones más comunes.
El martes, antes del partido, los futbolistas argentinos enfilaron de nuevo el camino a los vestuarios después de los himnos nacionales, cuando una pelea estalló en las tribunas y tuvo que ser reprimida por una intervención de la policía.
Más problemas
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) denunció este viernes que, a lo largo de esta semana, ha sufrido “violentos ataques racistas” en su perfil oficial de Instagram y anunció que tomará medidas judiciales. Diversos comentarios “comparaban a los jugadores e hinchas brasileños con monos”, como también hicieron en el perfil de Rodrygo Goes, delantero del Real Madrid, tras su encontronazo con Lionel Messi.
En esos mensajes también fue insultado el presidente de la entidad, Ednaldo Rodrigues, al que se le tachó de “indio de forma peyorativa”. “Este tipo de crimen no será tolerado”, sentenció el órgano rector del fútbol brasileño, que informó que ya ha denunciado los hechos ante la Policía para “identificar y castigar a los autores”.