Este martes por la noche se reunió el Consejo Directivo de Peñarol y redactó una durísima carta que fue dirigida a Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), con cuatro acciones “urgentes” a llevar adelante ante la “desconfianza en cuanto a la imparcialidad con la que se están dirigiendo los encuentros”, con punto de quiebre en lo sucedido en el clásico pasado.

Además, el próximo lunes 14 los 11 directivos carboneros se reunirán con el Colegio de Árbitros. Evaristo González, uno de los protagonistas, explicó lo que está sucediendo: “Todo empieza en el clásico, con situaciones que realmente son preocupantes. Y no va en que si había que haberle sacado tres amarillas a [Sebastián] Coates o expulsado por la patada al Cangrejo [Javier Cabrera]: hay algo mucho más importante, que es lo que pasó, y preocupa en la escalada que puede haber de estos hechos”.

“Nadie puede discutir que el partido debió ser suspendido. La acción que toma el referí con respecto a este tema es gravísima; me sorprende que un juez con vasta experiencia, y también con vasta experiencia de suspendernos partidos a nosotros, no haya tomado la metida que era obligada ya en la piedra, y en el del mate ni que hablar”, añadió en diálogo con el programa Tirando paredes.

“Si algo de eso hubiese pasado cerca de alguno de los referís, el partido se suspendía. ¿Te pensás que hubiese preguntado al jefe de seguridad si suspendía o no? ¿Quién va a hacerse responsable cuando la piedra le pegue a alguien o el fuego le explote en la cara a alguien? Para los referís, evidentemente, hay ciudadanos de primera, segunda y tercera clase… es gravísimo”, siguió.

También señaló que con esa situación “hay una connotación muy grave”, que es “que no se puede ejecutar el hecho de la pérdida de puntos, que era obligatoria en ese partido”. “Nacional, obligatoriamente, tiene que perder los tres puntos”, indicó, y expresó que “si en el Campeón del Siglo pasara lo mitad de lo que pasó acá, suspende el partido”.

Leodán González, árbitro del encuentro, “no solo favoreció [a Nacional] en el partido, sino que pasó por arriba la pena que corresponde a un partido con estas características, que era inobjetable que merecía la suspensión”. “La próxima vez, si lo dejan correr como a Nacional, ya no va a haber límites”, amplió.

“El partido, técnicamente, había sido suspendido y estaba anulado. ¿Por qué continuó? Por un agente externo que es la seguridad, que demostró la incapacidad de controlar a un estadio sin hinchada visitante y decirle ‘seguí jugando porque si no se complica más’. Si esa fue la respuesta del Ministerio, el Gran Parque Central no puede tener clásicos”, subrayó.

Va más allá

Con respecto a la carta a Alonso, explicó que la enviaron “porque es la máxima autoridad y tiene la superintendencia de poder incidir en este tipo de cosas, y porque tiene la responsabilidad de que este tipo de cosas sean ajusticiadas y que haya medidas para que no vuelvan a pasar”. “Si dejamos pasar esto, nos convertimos en unos irresponsables”, agregó.

Alonso es “la máxima autoridad del fútbol uruguayo” y debe “tomar medidas para que Nacional, por lo menos, pierda un punto y tenga cinco cierres de cancha”. “Es el responsable de todo lo que pase de aquí en adelante. Si se toman las medidas que se deben tomar, yo te diría que la AUF actuó acorde a lo que pasó”, ahondó.

Alejandro Balbi, presidente de Nacional, “ya le dijo al próximo ministro del Interior, que no sabe quién será, que tiene que poner los clásicos en el Centenario”. “¿Por qué? Si a Peñarol no le han pasado estas situaciones y tiene la capacidad para recibir a 4.000 hinchas de Botafogo... Si no hay hinchada visitante es porque Nacional no quiere”, apuntó.

Y cerró: “Me sorprendió el comunicado tibio de la gremial de jugadores. Cuando pasó con los jueces, fueron a paro. La Mutual es la primera que tendría que saltar con respecto a este tipo de cosas, y no importa que el presidente haya sido un exjugador de este cuadro o si su corazón es de un cuadro o de otro, porque está por encima de eso”.